El programa Progresar, una iniciativa clave para el respaldo a estudiantes en Argentina, ha cumplido 11 años en medio de significativas modificaciones bajo el gobierno de Javier Milei. Desde su asunción, se ha registrado un recorte de 500 mil beneficiarios y una disminución del 44% en el poder adquisitivo de las becas. Estas medidas han generado un ahorro presupuestario acumulado de casi el 90% para fines de 2024 en la partida real del programa.
Según datos difundidos por el Centro CEPA, el presupuesto proyectado para 2025 anticipa una reducción adicional del 18%, lo que sugiere que no habrá una recuperación del poder adquisitivo de las becas y que podrían implementarse nuevos recortes en la cantidad de beneficiarios. A pesar de que la meta física del presupuesto 2025 prevé alcanzar 1,5 millones de jóvenes, en 2024 el programa solo llegó a un millón, a pesar de contar con un monto asignado mayor en términos reales.
El poder adquisitivo de las becas Progresar se desplomó a la mitad de su valor en 2023 debido al congelamiento del monto nominal durante todo el año y la alta inflación.
Para equiparar el valor real de la beca de abril de 2015, los estudiantes deberían recibir actualmente $127.186 mensuales, en lugar de los $35 que se cobraron. La licuación de la asignación para la beca individual y la reducción de beneficiarios entre 2019 y 2025 han impactado directamente el componente presupuestario del programa.
Progresar fue implementado en 2014 con el objetivo de garantizar una transferencia monetaria a jóvenes de entre 18 y 24 años que estudiaran y cuyos hogares no superaran un salario mínimo. Actualmente, el programa se estructura en tres líneas principales: Progresar Obligatorio para la finalización del secundario, Progresar Superior para carreras terciarias y universitarias, y Progresar Trabajo para cursos de formación profesional.
