En traje de dialoguista, el presidente Javier Milei lidia con nuevas complicaciones en el vínculo a raíz de las quejas de su socio directo, el titular del PRO, Mauricio Macri, quien se mostró crítico en los últimos días. Sin embargo, en Casa Rosada desestiman sus cuestionamientos a los primeros cambios en el Gabinete y toman distancia de su figura.
“Macri no nos importa”, sintetizó un importante funcionario luego de que el titular del PRO se mostrara en disconformidad con la designación del hasta entonces vocero presidencial, Manuel Adorni, como jefe de Gabinete.
La realidad es que en la administración libertaria detectan la pérdida de poder del expresidente, marcada por la reciente fuga de un puñado de legisladores y dirigentes amarillos que responden a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y notan como su poder de dirección se diluye. Incluso, anoche, los diputados que integran el espacio compartieron una cena sin su presencia.
Pese a los elogios públicos que le profesa Milei y a la convocatoria del pasado viernes en la quinta de Olivos, en Balcarce 50 desestiman la posibilidad de tomar en consideración los consejos y pedidos que el fundador del PRO profesa. “Tiene 3 diputados y el 80% de la imagen negativa, que se ubique”, sostuvo ante esta agencia un estrecho colaborador del jefe de Estado.
Cuando todo parecía encaminarse, la relación Macri – Milei se debilitó luego de que el primero se enterara durante la cena en Olivos de los variantes en el Gabinete e intentó resistir como pudo el desembarco de Manuel Adorni.
Poco menos de 24 horas más tarde, a través de su cuenta de X, el ex Juntos por el Cambio hizo pública la propuesta que tenía en mente para el cargo y mencionó al actual titular de YPF, Horacio Marín, para reemplazar a Francos. “Enojado no estoy, no lo estuve nunca. Salí decepcionado”, insistió el pasado martes en el foro organizado por ABECEB.
Un interlocutor del Gobierno detectó contradicciones en la conducta habitual del socio del Ejecutivo y no dudó en señalarlo: “Un día te tira una bomba y al otro te halaga. Ahora transitamos el primer momento”, sostuvo, luego de que 24 horas más tarde de su publicación en rechazo de la designación de Adorni, elogiara el nombramiento del legislador Diego Santilli al frente del Ministerio del Interior.
“Macri actuó en caliente. Fue un error proponer un reemplazo. Encima fue contradictorio porque pidió que Francos no se fuera, pero ya tenía un nombre para reemplazarlo. Todo desprolijo”, agregó una fuente al tiempo que reveló que el propio Marín llamó para advertir que no tenía nada que ver con la postulación de su nombre que el exmandatario había hecho en redes sociales.
Por estas horas, Macri se queja por las modificaciones implementadas en el plantel, pero además reclama el desembarco de referentes del PRO en áreas estratégicas. Su postura encontraba atención en el exjefe de Gabinete Guillermo Francos, pero parece haberse quedado sin aliados tras su salida.
Sin mediación con el libertario, y con la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el asesor presidencial, Santiago Caputo, unidos en la desconfianza que les genera el referente de la derecha argentina, habrá que ver la forma que adopta el vínculo.
