La cadena de televisión estadounidense ABC anunció la suspensión "indefinida" del programa de entrevistas "Jimmy Kimmel Live!" luego de los comentarios "ofensivos e insensibles" de su presentador sobre el asesinato del activista conservador e influencer Charlie Kirk.
En un monólogo, Kimmel sugirió que el sospechoso del asesinato, Tyler Robinson, podría ser un republicano pro-Trump, lo que provocó una fuerte reacción.
Por su parte, el grupo Nexstar Media Group, que opera más de 200 estaciones afiliadas a ABC, dejó de transmitir el programa, argumentando que las palabras de Kimmel no reflejan los "valores de las comunidades locales".
Este hecho desató una ola de críticas y un cruce de acusaciones políticas.
El presidente Donald Trump y otros funcionarios responsabilizaron a la "izquierda radical" por la muerte de Kirk.
Por su parte, la oficina del gobernador de California, Gavin Newsom, tildó la suspensión del programa como un "comportamiento corrupto, despreciable y cobarde", calificándolo como un "esfuerzo coordinado para controlar a los medios".
El gobernador añadió que "el Partido Republicano no cree en la libertad de expresión. Te están censurando en tiempo real".
En la misma línea, el congresista demócrata Brad Sherman afirmó que "todo el poder del gobierno federal, incluida la FCC, se está utilizando para silenciar a todas las voces excepto la de MAGA".
Por su parte, el gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, defendió la libertad de expresión, afirmando que "una sociedad libre y democrática no puede silenciar a los comediantes porque al presidente no le gusta lo que dicen".
