La modelo Valeria Mazza y su familia sufrieron un intento de asalto en su residencia ubicada en el barrio de Acassuso, en el partido bonaerense de San Isidro, durante la tarde del miércoles.
Al menos cuatro delincuentes ingresaron a la propiedad saltando el paredón. La principal hipótesis es que los ladrones creían que la propiedad estaba vacía ya que Mazza y su esposo, Alejandro Gravier, se encuentran en Europa presentando un documental.
Jardineros falsos
La modalidad utilizada por los ladrones incluyó un señuelo. Se reportó que uno de ellos se hizo pasar por jardinero y se acercó al cuidador de la casa, identificado como Darío Gabriel Rodríguez, ofreciendo sus servicios. Mientras el cuidador atendía, el resto de los cómplices ingresaba por la parte trasera del terreno.
El plan fue frustrado por la presencia de la hija de Valeria Mazza, quien se encontraba en la mansión junto a una amiga y dos empleadas del hogar. Al notar la presencia de los intrusos, la joven comenzó a gritar.
Los gritos de alerta fueron suficientes para que los delincuentes, tomados por sorpresa, desistieran del robo y se dieran a la fuga inmediatamente. "Así como entraron, se fueron", detalló la prensa, señalando que solo alcanzaron a tomar una mochila negra que abandonaron en la puerta.
Alejandro Gravier explicó lo ocurrido
Desde Madrid, el empresario Alejandro Gravier, esposo de Mazza, buscó llevar tranquilidad sobre lo sucedido. En diálogo radial, Gravier aclaró que lo ocurrido fue un "intento de robo" y no un asalto consumado.
"Quiero transmitir es tranquilidad. Están todos bien. Se ve que se pensaron que no había nadie. En casa siempre hay seguridad, siempre hay gente y bueno, no pasó nada", afirmó Gravier, aunque lamentó la situación de angustia que sufrieron su hija y los empleados presentes en la vivienda.
La causa se encuentra ahora bajo investigación para dar con los responsables del intento de asalto.
