Factura de luz: los mendocinos pagan seis veces más por el VAD que hace 30 meses
En Mendoza, las tarifas eléctricas se dispararon por encima del promedio nacional. La provincia combina los aumentos más acelerados con facturas que figuran entre las más altas del país
En los últimos 30 meses, las facturas de luz en Mendoza registraron un aumento real superior al 600%, impulsado principalmente por el fuerte incremento del Valor Agregado de Distribución (VAD). En Edemsa, este componente pasó de $4.253 en enero de 2023 a $63.561 en julio de 2025, un alza real de 570%. El efecto se refleja en la boleta completa: un hogar de bajos ingresos pasó de pagar $3.715 a $53.882, con un salto del 625% real. Los hogares de ingresos medios y altos también experimentaron subas de entre 574% y 665%. En comparación con otras provincias, Mendoza se ubica entre las más caras, con facturas muy superiores a las de San Juan, Córdoba, Santa Fe y, especialmente, al AMBA. Según el IIEP, la incidencia del VAD llega al 55% de la factura en hogares de bajos ingresos, lo que explica la magnitud del impacto en la provincia
En los últimos 30 meses la factura de luz de los mendocinos tuvo un incremento superior al 600% en términos reales. Esto se debe en gran medida a un aumento exponencial del Valor Agregado de Distribución (VAD), uno de los componentes claves de la boleta.
Para entender bien de que se trata, es necesario recordar que la factura se compone principalmente de tres elementos: el costo de la energía, los impuestos y el cargo por Valor Agregado de Distribución (VAD). Éste último es el ítem que más influye en el costo final y es regulado por la provincia. Se trata básicamente del valor que se le paga a las empresas por distribuir la energía.
En términos nominales, el VAD aumentó más de 1.300% en los últimos 30 meses
Ahora bien, ¿Cuánto subió exactamente el VAD? Tomando como referencia el caso de Edemsa, se encuentra que en enero de 2023 cada usuario de la compañía pagaba en promedio $4.253 por ese componente. Treinta meses más tarde, en julio de 2025, el monto llegó a los $63.561, de donde se desprende que hubo un aumento de 1.390,95% en términos nominales. Si a eso se le resta el efecto de la inflación, se deduce que la variación real fue de 569,55%. En otras palabras, el dinero pagado por el VAD se sextuplicó en los últimos 30 meses.
Facturas finales, otra perspectiva
Si se amplía la mirada al total de la boleta, los datos del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) permiten dimensionar la magnitud del incremento. En marzo de 2023, un hogar mendocino de bajos ingresos abonaba en promedio $3.715 por la factura completa. En julio de 2025, el monto ascendió a $53.882, con un salto real de 625,9%. En los hogares de ingresos medios, la suba fue de $3.943 a $60.296 (665,3% real) y en los de ingresos altos, de $5.665 a $76.330 (574,3% real).
El contraste con otras jurisdicciones es evidente. En San Juan, las boletas de usuarios de bajos ingresos crecieron 480% en términos reales; en Córdoba, 493%; y en Santa Fe, 325%. Neuquén y Entre Ríos, en cambio, mostraron incrementos más cercanos a los de Mendoza, con subas de entre 540% y 596% reales, según el nivel de ingresos.
Las diferencias son aún más marcadas cuando se compara con la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense. Allí, en julio de 2025 un hogar de bajos ingresos pagaba $18.508 de factura final, contra los $53.882 que desembolsaba un usuario similar en Mendoza. En los hogares de ingresos altos, la brecha fue todavía mayor: $38.529 en el AMBA contra $76.330 en Mendoza.
Esto implica que los mendocinos no solo enfrentaron los aumentos más acelerados en términos reales, sino que además se ubican entre los que más pagan en valores absolutos. En otras palabras, la provincia combina la doble condición de tarifas altas y fuertes incrementos, consolidando un cuadro de presión tarifaria superior al de la mayoría de las jurisdicciones del país.
Dispersión de tarifas
Un dato clave que surge del informe del IIEP es la composición de la factura eléctrica según el nivel de ingresos. En el promedio nacional, para un hogar de altos ingresos (N1) la boleta se reparte en 39% energía, 37% Valor Agregado de Distribución (VAD) y 25% impuestos. En los hogares de ingresos medios (N3), la incidencia del VAD sube a 39%, mientras que en los de bajos ingresos (N2) trepa al 55%, lo que refleja con claridad el peso que tiene este componente en las provincias donde las actualizaciones han sido más aceleradas, como Mendoza.
El informe también muestra que, a julio de 2025, la factura eléctrica promedio país alcanza los $63.927 en hogares de altos ingresos, $44.826 en ingresos medios y $38.160 en ingresos bajos. En comparación, los montos relevados para Mendoza —$76.330 en los hogares más acomodados y $53.882 en los de menores ingresos— confirman que la provincia está por encima de la media nacional en todos los segmentos.
En la factura de los usuarios con ingresos bajos, el VAD tiene una incidencia superior al 50%
Otro aspecto relevante es la cobertura de costos entre usuarios y Estado. Según el IIEP, en el sistema eléctrico los hogares aportan en promedio el 48% del costo total, mientras que el 52% restante es subsidiado por el Estado nacional. Sin embargo, esa cobertura varía: los usuarios de ingresos altos (N1) llegan a pagar el 76% del costo de abastecimiento, los de ingresos medios (N3) el 36% y los de ingresos bajos (N2) apenas el 24%. Estos porcentajes ayudan a entender por qué el impacto en Mendoza resulta más severo: aun con subsidios nacionales presentes, el incremento del VAD provincial llevó las facturas a niveles muy superiores al promedio del país.
Finalmente, el documento advierte que la dispersión de tarifas responde a múltiples factores: la existencia de empresas provinciales, privadas o cooperativas con diferentes marcos regulatorios, las cargas impositivas locales y la frecuencia con que se actualizan los cuadros tarifarios. Todo esto explica la marcada heterogeneidad entre jurisdicciones y por qué, en provincias como Mendoza, la presión tarifaria se consolidó como una de las más altas de Argentina