Por las calles todavía flota el aroma de un proyecto que alguna vez prometió transformar al barrio en una meca urbana del vino. El “Distrito del Vino”, como fue bautizado, se pensó como un enclave para atraer inversiones, crear empleo y, sobre todo, instalar la cultura vitivinícola en el corazón de la Ciudad.
Con catas, ferias, aperturas y una narrativa que buscaba asociar al lugar con las cepas argentinas más prestigiosas, el distrito fue ganando visibilidad. Pero ahora, el cierre de uno de sus principales íconos gastronómicos, el local Negroni, encendió a alarmas y dudas sobre si era el fin del proyecto.
Negroni no era solo una franquicia más: fue uno de los primeros en apostar por el polo vitivinícola y uno de los epicentros sociales del circuito. Su cierre reavivó las preguntas sobre el alcance real de la iniciativa, y se sumó a otros hechos, como la cancelación de la tradicional fiesta, que el año pasado ya no se realizó.

A esto se suma una controversia legal que tensionó los cimientos del proyecto. La Ley N.º 6.447, que dio origen al régimen de promoción económica del distrito, fue impugnada judicialmente.
Además, llegó precedido por protestas de grupos vecinales que alertaban sobre los problemas que podía traerle al barrio, relacionados con el estacionamiento y las demoras para circular, entre otros.
Sin embargo, desde el Ministerio de Desarrollo Económico de la Ciudad de Buenos Aires, sostienen que el impulso al lugar en Villa Devoto, continúa firme. En diálogo con Clarín, afirmaron que “el impulso del Distrito del Vino continúa vigente y actualmente se encuentran en ejecución obras y proyectos vinculados a la promoción de la industria vitivinícola de primer nivel”. También remarcaron que “las actividades y eventos de promoción gastronómica no se encuentran vinculados ni se verán afectados por ningún emprendimiento particular”, aludiendo sin nombrarlo al caso de Negroni.
Incluso aclararon que, si bien el local se ubicaba dentro del polígono geográfico del distrito, “no formaba parte de los proyectos realizados en el marco del régimen de fomento establecido por la Ley N.º 6.447”.
Más allá de las palabras oficiales, lo concreto es que hay planes de nuevas aperturas en los próximos años. Entre ellas figuran Cava Sáenz, con inauguración prevista para marzo o abril de 2026; The wine Factory, que abrirá Universo Vigil entre octubre y noviembre de 2026, y nuevamente The wine Factory, esta vez con Fogón by Lagarde, proyectado para marzo de 2027.
Todos nombres vinculados al mundo del vino premium y que podrían renovar el entusiasmo en la zona, siempre y cuando el impulso institucional se traduzca en hechos sostenidos.
Por ahora, la imagen del toldo cerrado de Negroni y la plaza Arenales sin fiesta funcionan como una metáfora de ese brindis inconcluso. Devoto sigue siendo un barrio de casas bajas, ritmo pausado y espíritu de comunidad. Si el Distrito del Vino logra enraizarse con más fuerza o si quedará como un experimento efímero, es algo que aún está en fermentación.
La residencia que fue proyectada por el ingeniero Alfredo Ceci y construida por la empresa familiar, Ceci Hermanos -inmigrantes italianos, llegados desde Camerano, un pueblo de Ancona- fue, según los datos de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, proyectada en 1911 y construida entre 1913 y 1918.
El edificio iba a estar destinado actividades y eventos vinculados con el Distrito del vino. La intervención que lleva a cabo el Ministerio de Infraestructura porteño contempla la refuncionalización total del palacio. Sin embargo, y pese al avance de las obras (se espera que finalice para fines de año), el gobierno porteño no informó aún cuál será el destino, qué uso se le dará.
Está ubicada en avenida Lincoln al 4300 y fue concebida como una villa suburbana, de estilo o arquitectura "italianizante"; una estética que se extendió rápidamente por toda la Ciudad gracias a los saberes de aquellos inmigrantes.
El proyecto incluye la restauración de la fachada y la puesta en valor de todo el interior: pisos, revestimientos, instalaciones eléctricas, sistemas de climatización, impermeabilización de los techos, cerramientos, colocación de un nuevo ascensor, entre muchos otros detalles.