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La inflación de Mendoza es la más baja entre las grandes ciudades del país
La caída de la demanda en sectores clave como el turismo y la menor incidencia de aumentos regulados explican, según especialistas, las diferencias con otras provincias.
Consultados por este medio, economistas ofrecieron diferentes interpretaciones sobre las causas de esta brecha. Nicolás Aroma señaló que la caída de la demanda, especialmente en el sector turístico, fue clave para desacelerar los precios. Según dijo, también se observaron bajas en otros sectores como el textil y la gastronomía, donde los empresarios buscan reactivar el consumo mediante rebajas.
Por otro lado, Sebastián Laza explicó que el fenómeno estaría vinculado al menor impacto de los precios regulados en la provincia, como los servicios públicos y el transporte. Además, destacó que si bien la metodología del IPC es similar a la nacional, las diferencias en los ponderadores del consumo regional pueden influir en los resultados.
Durante el mes de junio, Mendoza registró el índice de inflación más bajo entre las principales jurisdicciones del país. Según datos oficiales de los organismos de estadísticas provinciales y del Indec, la provincia tuvo una variación del 1,1% en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), por debajo del promedio nacional (1,6%) y de otras grandes ciudades como Córdoba (2,2%), Ciudad Autónoma de Buenos Aires (2,1%) y Santa Fe (1,9%).
La diferencia también se refleja en el acumulado del primer semestre del año. En los primeros seis meses de 2025, los precios en Mendoza aumentaron un 13,1%, lo que representa el valor más bajo entre las regiones relevadas. En comparación, Córdoba y Santa Fe reportaron una inflación semestral del 16,3% y 16,4%, respectivamente. En tanto, la Ciudad de Buenos Aires alcanzó el 15,3% y el promedio nacional fue del 15,1%.

Al desagregar los datos por rubros, se observa que Mendoza tuvo incrementos menores al promedio nacional en la mayoría de las categorías. En el caso de Educación, por ejemplo, la suba fue del 21,3% en la provincia frente al 35,5% nacional. También se registraron menores aumentos en Esparcimiento (12,4% vs. 14,5%), Atención médica y salud (13,1% vs. 14,1%) y Otros bienes y servicios (13,8% vs. 15,6%).
En cambio, la provincia tuvo una variación superior al promedio en el rubro Vivienda y servicios básicos, con un alza del 16,7% frente al 19,9% nacional, aunque la diferencia fue menor en otros rubros como Alimentos y bebidas (15,3% vs. 15,1%) e Indumentaria (9,7% vs. 9,9%).

En cuanto a Transporte y Comunicaciones, Mendoza registra una variación del 10,1%, mientras que a nivel nacional el Indec publica los datos por separado: 8,6% en Transporte y 16,9% en Comunicaciones.
Los datos surgen de los informes elaborados por el Indec y la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) de Mendoza, y permiten observar el comportamiento de los precios en un contexto de desaceleración inflacionaria generalizada.
Detrás de los números
La diferencia inflacionaria entre Mendoza y el resto de las ciudades importantes es más que notable. Lo interesante, entonces, es analizar a qué se deben dichas divergencias.
Consultado por este medio, el economista Nicolás Aroma sostuvo que uno de los factores clave que explican la baja inflación en Mendoza es la menor demanda turística. “Cuando ha pasado esto, por ejemplo en los primeros dos meses del año, lo que incide en la menor inflación es que Mendoza tiene mucho turismo y ese rubro en particular ha estado empujando el promedio hacia abajo, debido a que la demanda turística ha decrecido”, señaló.
Desde su perspectiva, esta caída en el consumo turístico se ha extendido a otras actividades económicas, como el sector textil o la gastronomía, que están recurriendo a estrategias de precios más agresivas para atraer público. “Hay sectores que están buscando aumentar la demanda con bajas de precios. Así como los precios suben cuando hay mucha demanda en Mendoza, ahora se está dando la situación inversa”, explicó Aroma. En ese sentido, graficó: “Nunca he visto los bares vacíos como se ven ahora. También tiene que ver con un cambio cultural, pero es impresionante cómo se ha reducido”.
El fenómeno de la retracción en el consumo también se observa en zonas de frontera, donde los precios se ajustan para intentar competir con los valores de países vecinos. “Son cosas que se notan mucho más en las ciudades fronterizas”, agregó el economista.
Por su parte, Sebastián Laza, asesor económico del Gobierno de Mendoza, ofreció una interpretación distinta. Afirmó que la economía provincial no está en recesión y vinculó la menor inflación al comportamiento de los precios regulados por el Gobierno nacional. “En servicios públicos, Nación está un poquito más arriba que Mendoza. Comunicaciones y transporte también. Ahí se hace el promedio simple y también da más alto que Mendoza”, explicó.
Según Laza, si bien la metodología del IPC mendocino es similar a la utilizada por el Indec —con el mismo año base de la canasta de consumo—, la diferencia puede surgir del peso relativo que tiene cada rubro dentro del índice. “La estructura de consumo de los hogares mendocinos puede estar menos expuesta a rubros que lideraron la inflación, dependiendo del peso que tienen esos rubros en el IPC regional. Es decir, igual metodología del Indec pero diferentes ponderadores”, remarcó.
Uno de los ejemplos más claros, indicó, es el caso de Educación. “Habría que ver por qué a nivel nacional es tanto mayor el impacto que en Mendoza. Lo que se recepta ahí es la cuota de los colegios privados, y tal vez en Mendoza el peso relativo sea menor”, apuntó.
Laza también descartó la hipótesis de una caída generalizada de la actividad como explicación del dato inflacionario. “La recesión tampoco la veo”, concluyó.