El vino argentino ha mostrado un comportamiento particular en su precio promedio durante el último año. Contrario a la tendencia general de la economía, el aumento del valor del vino se mantuvo por debajo de la inflación medida por el INDEC.
En el período de abril de 2024 a abril de 2025, el Índice de Precios del Vino (IPV), elaborado por "Vinodata" (centro de investigación del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de Buenos Aires - IIEP-UBA), registró un incremento del 35,9%, significativamente inferior al 47,3% del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
En abril, el precio de una botella representativa se situó en $6.605. El precio promedio simple de las etiquetas relevadas fue de $32.733, mientras que el de una botella típica alcanzó los $18.300. Destacando esta desaceleración, en abril de 2025, el precio del vino aumentó solo alrededor del 1%, con algunas categorías que prácticamente no variaron su valor; por ejemplo, la gama entre $21.735 y $31.050 mostró un aumento promedio de apenas 0,3%.
La variación interanual del IPV entre abril de 2024 y abril de 2025 muestra un pico del 6,3% en julio del año pasado, y luego registros del 4,9% y 4,6% en meses posteriores. Durante 2025, el IPV siempre ha perforado ese piso, indicando una moderación constante en los precios.
En cuanto a la producción, Mendoza se destaca como la principal provincia vitivinícola de Argentina, albergando 4.167 etiquetas, lo que representa el 75,8% del total nacional. Salta le sigue con 308 etiquetas, a una distancia considerable.
