Llegar a fin de mes en Argentina se ha convertido en una odisea para muchos, con el constante aumento de alimentos y alquileres erosionando el poder adquisitivo de los salarios. Un reciente relevamiento destaca esta problemática, revelando que el salario pretendido por los trabajadores argentinos durante el primer trimestre de 2025 fue un 16,95% más alto que en el período anterior. Esta cifra es un claro indicador de la presión económica que sienten los ciudadanos.
El informe detalla que este incremento trimestral en las expectativas salariales se compuso por un alza significativa del 7,30% en enero, seguida por un 3,46% en febrero y un 5,34% en marzo. En conjunto, estos aumentos mensuales superaron en 8 puntos porcentuales la variación de precios en el mismo período, sugiriendo una búsqueda activa por parte de los trabajadores de recuperar parte del poder adquisitivo perdido. Así, el sueldo pretendido promedio alcanzó los $1.503.863 en marzo, mostrando un crecimiento constante desde los $1.379.808 en enero y $1.427.606 en febrero. Es importante destacar que, según Bumeran, los incrementos mensuales en las pretensiones salariales estuvieron consistentemente por encima del Índice de Precios al Consumidor (IPC), lo que subraya la persistente carrera entre los ingresos y la inflación.
Sin embargo, a pesar de este aumento en las pretensiones salariales, el registro acumulado en los primeros tres meses de 2025 marca una desaceleración en comparación con años anteriores. En el primer trimestre de 2024, el aumento había sido del 45,75%, y en el mismo período de 2023, alcanzó el 19,71%. Esto podría indicar una moderación en la espiral de expectativas, aunque la presión inflacionaria sigue siendo un factor determinante.
Al analizar las pretensiones salariales por nivel de experiencia, el reporte muestra diferencias significativas. En marzo, aquellos que se postularon para cargos de supervisión y jefatura solicitaron un promedio de $1.923.413 por mes, lo que representa un aumento del 6,81% respecto al mes anterior. Las posiciones semi senior y senior no se quedaron atrás, con un promedio de $1.571.725 (un incremento del 5,08%), mientras que los niveles junior alcanzaron los $1.074.734 (un alza del 5,01%). Estos datos reflejan cómo la experiencia y la responsabilidad se traducen directamente en mayores aspiraciones salariales.
En cuanto a los sectores, Marketing y Comunicación lideró el incremento acumulado del salario requerido en el segmento junior, con una suba del 21,37%. Le siguieron de cerca Producción, Abastecimiento y Logística (20,19%), el rubro clasificado como "Otros" (18,53%) y Administración y Finanzas (18,02%), todos ellos por encima del promedio general del 14,93% para el nivel junior. Para los niveles semi senior y senior, las mayores alzas acumuladas durante el primer trimestre se observaron en el área Comercial (25,26%) y nuevamente en Marketing y Comunicación (18,39%), superando la media de su categoría de experiencia, que fue del 18,06%.
Finalmente, un aspecto clave del relevamiento es la brecha de género en el salario pretendido. En marzo, esta brecha se ubicó en un 6,65%, lo que representa una disminución significativa de 10,58 puntos porcentuales respecto a marzo de 2024, cuando era del 17,23%. Esta tendencia a la baja fue sostenida durante el primer trimestre, pasando de 10,89% en enero a 7,98% en febrero. A pesar de la reducción, la brecha persiste: en marzo, el salario promedio requerido por los hombres fue de $1.561.577, mientras que el de las mujeres fue de $1.464.272, lo que significa que las mujeres solicitaron, en promedio, $97.305 menos.