Jubilaciones
Reforma previsional: proponen crear un sistema que elimine los 30 años de aporte y garantice una prestación proporcional a los años trabajados
Cippec presentó una propuesta integral para rediseñar el esquema jubilatorio argentino. Plantea reemplazar el requisito de años mínimos de aporte por un modelo más equitativo y sustentable
El nuevo esquema eliminaría las moratorias previsionales y establecería un sistema más progresivo, con beneficios más altos para quienes hoy reciben jubilaciones mínimas o no contributivas. La fórmula de cálculo se basaría en modelos flexibles, como cuentas nocionales, premiando los aportes realizados y reduciendo la brecha entre jubilaciones contributivas y no contributivas. En cuanto a la edad de retiro, se propone que sea variable y se ajuste gradualmente con el resto de las reformas.
El financiamiento se dividiría entre rentas generales para el componente básico y aportes laborales para el proporcional, buscando un sistema actuarialmente justo. La iniciativa también propone ordenar las pensiones por invalidez y fallecimiento, mediante controles más rigurosos, y revisar los regímenes de excepción, limitando su expansión y promoviendo su integración al régimen general. Según CIPPEC, el impacto fiscal sería similar al actual, pero con mayor equidad y sostenibilidad.
El sistema previsional argentino es uno de los más antiguos del mundo y se destaca por su amplia cobertura: el 95% de los mayores de 65 años recibe algún beneficio previsional. Sin embargo, esta extensión se sostiene sobre un gasto público que equivale al 10% del PBI y una carga fiscal que aumenta en un contexto de envejecimiento poblacional.
Con esos problemas a la vista, el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), presentó a Nación una propuesta para reformar el sistema previsional por completo. "El esquema actual presenta profundas inequidades, como la exigencia de 30 años de aportes para acceder a una jubilación completa, una regla que deja fuera a gran parte de los trabajadores y motivó el uso de moratorias", comentaron desde Cippec.
En concreto, se propone un nuevo diseño del sistema basado en dos componentes: una prestación básica universal, que garantice un ingreso a todos los mayores de 65 años, y una prestación proporcional que reconozca todos los aportes realizados. Esta estructura permitirá eliminar las moratorias y promover una distribución más equitativa de los beneficios.
Con esos objetivos, la propuesta de reordenamiento incluye la creación de una nueva prestación básica, que provea un beneficio uniforme cercano a la PUAM actual (25% del salario medio) a todos los residentes en el país a partir de una edad mínima. Un segundo componente ofrecería una prestación proporcional, definida en base a la historia completa de aportes al sistema previsional, sin requisitos mínimos de años con aportes. "De este modo se quita el requisito de 30 años de aportes para el cálculo proporcional, eliminando la principal motivación para la sanción de moratorias en los últimos 20 años", señalaron desde Cippec.

"La fórmula de cálculo de este componente puede estructurarse de distintas formas, desde una proporcionalidad directa al número de años con aportes multiplicado por el aporte promedio (actualizado) a lo largo de la vida activa, hasta un esquema de cuentas nocionales. Las distintas opciones tienen ventajas y desventajas en cuanto a la facilidad de implementarlas, la comunicación pública y la flexibilidad que aportarían, pero es claro que se trata de variaciones alrededor de un mismo principio", comentaron desde el organismo.
"Una fórmula de cálculo que premie el historial de aportes lograría borrar la brecha actual entre los beneficios contributivos y no contributivos, y generaría una curva más progresiva que derivaría en mayores montos jubilatorios para aquellas personas hoy fuera del cálculo contributivo y para quienes solamente acceden a una jubilación mínima", analizaron.
En lo que respecta a la edad de retiro, el proyecto propone un esquema que se adapte en el tiempo a medida que se vayan implementando el resto de los cambios de forma gradual. "La edad de retiro no puede ser un parámetro fijo", advirtieron.
Cómo se financiaría el sistema
De acuerdo con los representantes de la entidad, la lógica de financiamiento del esquema debería seguir la de generación de derechos. Así, el primer componente debería ser financiado con recursos de rentas generales (incluyendo impuestos laborales), mientras que el segundo se debería financiar fundamentalmente con los aportes de los trabajadores participantes. "Este segundo componente debería ser diseñado de forma tal que resulte actuarialmente justo, sin que genere subsidios cruzados entre los beneficiarios", opinaron.
En relación a su impacto fiscal, el esquema propuesto tendría un costo similar al actual para una persona con 30 años de aportes e ingresos promedio (ya que podría ofrecer beneficios en torno al 55% de los salarios). No obstante, en Cippec entienden que el reparto sería mucho más equitativo, al establecer como único criterio de tratamiento diferencial la historia de aportes realizados, evitando demandas individuales y colectivas que derivan en juicios, regímenes de excepción y soluciones “por única vez”, como las moratorias.
Beneficios por invalidez y fallecimiento
La propuesta también busca ordenar el esquema de beneficios por invalidez y fallecimiento. "El sistema actual permite el otorgamiento de pensiones sin los controles necesarios y la duplicación de beneficios de jubilación y pensión, generando injusticias y costos fiscales excesivos", denunciaron desde Cippec.
Para la institución, una propuesta de reordenamiento de este esquema debería enfocarse en unificar los procesos y la lógica de determinación de haberes de los esquemas contributivos y no contributivos. "Para ello, se propone que la totalidad de las solicitudes de beneficios por invalidez pasen por el sistema de Comisiones Médicas que, aplicando los criterios actuales, dictamine sobre la invalidez de los solicitantes y su carácter temporal o permanente", sostuvieron.
Freno a los regímenes
Asimismo, el informe destaca la necesidad de revisar los casi 200 regímenes de excepción existentes, que concentran el 40% de los beneficios y suelen percibir ingresos mucho mayores que los del régimen general, pese a ser financiados en parte por el resto del sistema o por recursos del tesoro. En concreto, la propuesta plantea suspender la creación de nuevos regímenes, mantener aquellos que sean indispensables bajo reglas claras de financiamiento, y avanzar hacia la integración de los restantes al esquema general, respetando y premiando los aportes adicionales que se hayan realizado.