Con la minería entre ojos, la Federación Económica de Mendoza celebró su 72° aniversario
En el encuentro, que reunió a más de 450 referentes, la FEM defendió el desarrollo minero bajo estrictos controles y el gobernador Cornejo planteó la necesidad de sostener el orden fiscal y la inversión pública.
La Federación Económica de Mendoza celebró su 72° aniversario con una cena que reunió a más de 450 referentes del sector productivo, político y cultural. En su discurso, el presidente de la FEM, Santiago Laugero, dedicó un capítulo central a la minería y respaldó el trabajo técnico que dio viabilidad al proyecto San Jorge bajo estrictos controles ambientales. Planteó que la actividad debe integrarse al desarrollo provincial y que las regalías se orienten a infraestructura y financiamiento productivo. También analizó la situación del comercio, la industria y las economías regionales, reclamó un federalismo efectivo y pidió que las reformas nacionales consideren las particularidades de Mendoza.
El gobernador Alfredo Cornejo coincidió con varios de los planteos empresariales y defendió la estrategia provincial basada en equilibrio fiscal, reducción de impuestos e inversión en infraestructura. Sostuvo que Mendoza está en condiciones de iniciar un ciclo de crecimiento y pidió reformas nacionales para mejorar la competitividad.
La Federación Económica de Mendoza (FEM) celebró este jueves su 72° aniversario con la tradicional Cena de Fin de Año, realizada en el Espacio Arizu, de Godoy Cruz. El evento reunió a más de 450 referentes del sector productivo, comercial, cultural y político, además de autoridades provinciales y nacionales.
En su exposición, Santiago Laugero, presidente de la FEM, dedicó un tramo central a la situación y las perspectivas de la minería en Mendoza. Respaldó el trabajo técnico del Consejo Provincial del Ambiente, que recientemente dio viabilidad al proyecto San Jorge bajo condiciones ambientales estrictas. Señaló que ese proceso —con monitoreo permanente, control hídrico riguroso y participación local— debe funcionar como un estándar provincial y como un punto de partida para construir una política minera moderna.
“La minería no puede ser una actividad extractiva sin derrame; debe ser una política de desarrollo”, afirmó. En esa línea, la FEM pidió avanzar en la creación de proveedores locales, más financiamiento y tecnología para las PyMEs vinculadas al sector, y una mayor integración de la actividad en el entramado productivo. Además, remarcó que las regalías mineras, petroleras e hidroeléctricas deberían destinarse exclusivamente al fortalecimiento de infraestructura estratégica y al financiamiento productivo, con el objetivo de transformar la renta de los recursos naturales en crecimiento sostenido.
Santiago Laugero, presidente de la FEM, durante su discurso en la Cena Anual.
A su turno, el gobernador de la provincia, Alfredo Cornejo, aseguró que el Estado coincide con varios de los puntos mencionados por Laugero, en especial en lo referidos a los temas mineros.
La mirada de la FEM sobre el resto de la economía
Más allá de la minería, Laugero amplió el diagnóstico hacia otros sectores clave. Mencionó los eventos climáticos que afectaron las centrales hidroeléctricas Nihuil II y III —aún sin reparación definitiva— y propuso analizar una administración bajo control de EMESA para destinar utilidades a obras postergadas, como el trasvase del Río Grande al Atuel. También insistió en avanzar en una matriz energética más diversificada, con nuevos parques fotovoltaicos y minicentrales hidroeléctricas.
El presidente de la FEM repasó luego la situación del comercio, atravesado por la caída del consumo, la competencia de plataformas globales y el impacto del turismo hacia Chile. Propuso acelerar la integración digital de los negocios locales y avanzar en acuerdos logísticos para reducir costos. En industria y agroindustria, advirtió por los altos costos estructurales y pidió políticas de alivio fiscal, mejora de servicios, apertura de mercados y un plan hídrico a 50 años.
Autoridades provinciales y nacionales acompañaron la celebración del 72° aniversario de la FEM.
A nivel nacional, valoró el ordenamiento macroeconómico encarado por el Gobierno, pero pidió que las reformas se administren con equilibrio para no afectar empleo ni competitividad. También planteó que las discusiones legislativas sobre reformas laboral, impositiva y previsional deben considerar las particularidades productivas de Mendoza.
Finalmente, reclamó un federalismo “medible en hechos concretos” y advirtió por los reintegros pendientes en obras que la provincia está financiando con recursos propios. Enumeró, además, las principales obras viales y de integración regional necesarias para mejorar la competitividad y fortalecer el corredor bioceánico.
Con ese recorrido, Laugero cerró su mensaje con una convocatoria a sostener acuerdos amplios entre el Estado, las empresas y la comunidad, con la idea de transformar el potencial productivo de Mendoza en resultados concretos para los próximos años.
Críticas a Nación y desafíos para la provincia
En su intervención, el gobernador Alfredo Cornejo coincidió con varios de los planteos realizados por Laugero y destacó el acompañamiento del sector empresario a los lineamientos económicos que impulsa la provincia. Subrayó que la minería y la infraestructura serán claves para el desarrollo futuro y recordó que Mendoza deberá administrar con estrategia los USD 1.023 millones que recibirá como resarcimiento por la promoción industrial.
Cornejo dedicó buena parte de su mensaje a repasar el recorrido económico de Mendoza en la última década y a justificar por qué, según dijo, la provincia está en condiciones de encarar un nuevo ciclo de crecimiento. Señaló que los años de recesión fueron utilizados para ordenar las cuentas públicas, reducir deuda y garantizar estabilidad institucional, lo que —afirmó— permitió construir una base sólida para atraer inversiones. “El sector privado es el verdadero generador de riqueza, no lo es el Estado”, enfatizó, y planteó que el rol del gobierno debe ser el de facilitar y encuadrar el desarrollo económico.
El gobernador Alfredo Cornejo participó del 72° aniversario de la FEM y expuso su visión sobre el desarrollo económico provincial.
El mandatario destacó que Mendoza hoy mantiene equilibrio fiscal como política de Estado y que ese orden permitió transitar “años de incertidumbre” con resiliencia. Recordó que la presión impositiva provincial se redujo en sectores productivos y que el alivio acumulado equivale a más de mil millones de dólares. También repasó las disminuciones en Ingresos Brutos, con un promedio que bajó del 3,6% al 3% en 2025, y el sendero de reducción del impuesto de Sellos, que alcanzaría una alícuota cero en 2030.
Cornejo defendió, además, el incremento de la inversión pública, que en los últimos tres ejercicios superó el 10% del gasto y se destinó de manera exclusiva a infraestructura. Para 2026 —anticipó— ese porcentaje trepará al 14,5%, el nivel más alto de las últimas dos décadas. Aseguró que estas obras buscan mejorar servicios esenciales y crear condiciones de competitividad para la actividad privada.
En su análisis sobre el contexto nacional, sostuvo que el país atraviesa una etapa de recomposición de precios relativos, corrección fiscal y recuperación de previsibilidad, pero advirtió que aún se necesitan reformas de fondo para mejorar la competitividad del interior productivo. Entre ellas, mencionó una reforma impositiva nacional “que deje de castigar a quienes invierten”, una modernización laboral que reduzca la litigiosidad y cambios en la coparticipación que premien a las provincias con buena administración. Reclamó, además, que ese esquema reconozca las funciones que la Nación está transfiriendo a los gobiernos subnacionales sin los recursos correspondientes.
Cornejo insistió en que Mendoza necesita un marco macroeconómico estable para consolidar su perfil exportador, especialmente en un mundo que demanda alimentos y energía. En ese sentido, destacó las oportunidades que abre la transición energética y los acuerdos con Estados Unidos, aunque señaló que aún resta conocer la “letra chica”.