La maratónica sesión en la Cámara de Diputados de la Nación dejó un sabor agridulce para el Gobierno nacional, pero un alivio para miles de hogares mendocinos. Es que, aunque el proyecto de Presupuesto 2026 obtuvo la aprobación en general, el oficialismo sufrió una derrota clave en la votación en particular: se cayó el polémico Capítulo XI, que pretendía derogar -entre otros puntos- la ampliación de la Ley de Zona Fría.
Para Mendoza, el riesgo era inminente. El texto impulsado por el Poder Ejecutivo buscaba dar marcha atrás con la Ley 27.637 sancionada en 2021, la cual extendió los subsidios al gas de red a todo el territorio provincial. De haber prosperado la iniciativa oficialista, 17 de los 18 departamentos de Mendoza habrían perdido descuentos que oscilan entre el 30% y el 50% en sus boletas.
El mapa del beneficio: ¿quiénes ganaron con el rechazo?
Con la caída del artículo que buscaba la derogación, el mapa de beneficios en la provincia se mantiene intacto. Actualmente, la estructura de la Ley de Zona Fría en Mendoza se divide de la siguiente manera:
- Beneficio histórico: Malargüe es el único departamento que cuenta con el subsidio por una ley anterior (2002), por lo que su situación no corría peligro inmediato bajo el nuevo esquema propuesto.
- Beneficio recuperado: El resto de la provincia —incluyendo el Gran Mendoza, el Valle de Uco, la Zona Este y el resto del Sur (San Rafael y Alvear)— continuará bajo el amparo de la ley de 2021.
Una "extorsión" que no prosperó
La controversia en el recinto estalló cuando la oposición denunció que el oficialismo intentó "blindar" la quita de estos subsidios metiéndolos en un paquete cerrado junto a fondos para la Justicia y obras para la Ciudad de Buenos Aires.
Legisladores de distintos bloques, incluso algunos aliados habituales del Gobierno, calificaron la maniobra de "extorsiva". El diputado santacruceño José Luis Garrido y la radical Karina Banfi fueron algunos de los que señalaron la imposibilidad de votar a favor de un presupuesto que, en la "letra chica", castigaba el bolsillo de los habitantes de zonas climáticas adversas.
