En medio del debate por la Reforma Laboral en el Congreso, los bancos volvieron a expresar su descontento con el punto del proyecto oficial que permite que los salarios de los trabajadores formales se acrediten en billeteras virtuales. Las entidades ya habían manifestado su rechazo a este punto del paquete, que abre la pelea por el manejo de más de 10 millones de cuentas sueldo.
En el marco del debate por la modernización de las relaciones laborales en el Senado de la Nación, Marcelo Mazzón, representante de la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República Argentina (ABAPPRA), manifestó su enérgico rechazo al Artículo 35 del proyecto de reforma. Según el directivo, la habilitación de billeteras virtuales para el pago de haberes pone en riesgo la liquidez del sistema y el crédito productivo.

Durante su exposición en el plenario de Trabajo y Presupuesto, Mazzón calificó la posible implementación de esta medida como la creación de un nuevo "cisne negro" para la economía argentina. Los puntos que expuso Mazzón van en línea con la postura expresada por los bancos en las últimas semanas: para las entidades la "apertura" de este negocio implica riesgos de seguridad, posibles impactos en el crédito y hasta hablaron de un posible "corralito digital".
Al iniciar su intervención Mazzón subrayó que las cuentas sueldo actuales son 100% gratuitas y seguras, respaldadas por seguros de depósito (SEDESA) y altos estándares internacionales (Basilea), niveles de confianza que los PSP (Proveedores de Servicios de Pago, también conocidos como “billeteras digitales”) aún no poseen, según su postura.
Por otra parte, el representante de ABAPPRA explicó que el ahorro captado a través de las cuentas sueldo es la "materia prima" que los bancos transforman en créditos para inversión, producción y empleo. Al derivar estos fondos a billeteras virtuales que derivan sus saldos a los FCI (donde el encaje es del 100%), se elimina la capacidad de financiar a empresas y consumidores argentinos.
Mazzón advirtió que si los usuarios de las billeteras digitales masivamente deciden usar su dinero físico al mismo tiempo, los FCI deberían desarmar sus posiciones rápidamente para transferir a las cuentas bancarias, lo que generaría un cuello de botella en el sistema de pagos ya que todo el dinero sería digitalmente visible pero operativamente inexistente en la red de sucursales bancarias. "Sería el primer corralito digital del mundo", alertó.
Otro de los puntos que se verían afectados según el representante de la banca pública es el manejo del efectivo. Según destacó, los bancos públicos realizan el "delivery del cash" en todo el país, recorriendo hasta 3.000 km semanales para abastecer cajeros en pueblos remotos. Si los depósitos no permanecen en el sistema bancario, será económicamente inviable garantizar la presencia de efectivo en las regiones del interior, argumentó.
Finalmente, advirtió que la modificación propuesta en el Art. N° 35 fomenta el "shadow banking" o banca en la sombra, un fenómeno que ya provocó crisis financieras globales en el pasado (2008) y que carece de la regulación estricta del Banco Central
Actualmente, los trabajadores pueden decidir en qué institución cobrar su salario, siempre que se trate de una entidad financiera regulada. Si se aprueba el proyecto los empleados en relación de dependencia tambien podrán optar por alguna de las billeteras virtuales de las 200 que aparecen registradas en el Banco Central bajo el nombre de Proveedores de Servicios de Pago.