El titular de la cartera de Producción de Mendoza, Rodolfo Vargas Arizu, participó esta semana de una cumbre de ministros realizada en Santiago de Chile. Durante el evento, organizado por Cepal y el CFI, Arizu dialogó con El Medio y compartió su mirada sobre el mercado crediticio, la situación económica de la provincia y el rol del Gobierno en el sector financiero.
- ¿Qué mirada hay desde el Gobierno respecto a la posibilidad de financiarse directamente sin intervención de la Nación, ya sea con CFI o con otros organismos multilaterales?
- En el caso del Consejo Federal de Inversiones (CFI), la financiación es esencialmente provincial. Cada jurisdicción tiene una cuota asignada, de modo que, aunque formalmente dependa de la Nación, en la práctica funciona como un mecanismo de financiamiento para las provincias.
Más allá del CFI, lo importante es hablar de financiamiento en general. Argentina pasó cuatro o cinco décadas con déficit fiscal y, durante ese tiempo, tuvo que recurrir al sistema financiero local, a organismos y al endeudamiento para cubrirlo. Ese proceso dejó al sector privado con menos acceso al crédito, o enfrentando tasas muy altas.
- ¿Cuál es el escenario hoy?
- Hoy la situación es diferente: con superávit fiscal, el Estado nacional ya no toma financiamiento y eso genera un vacío en el sistema, que queda sin un demandante claro de crédito. Por eso el rol de los gobiernos provinciales y del sector privado se vuelve más relevante, porque sí conocemos a los sectores y a los actores que realmente necesitan financiamiento.
En el caso de Mendoza, la provincia no otorga préstamos directos salvo en situaciones muy puntuales, pero sí subsidia tasas en áreas estratégicas: eficiencia energética e hídrica, malla antigranizo, industria, comercio y capital de trabajo. Esos son los sectores que buscamos impulsar y hacia donde orientamos el apoyo financiero.
