Una hora de gimnasia, lectura, escritura y tres visitas por semana: la nueva rutina de Sarkozy

El ex presidente de Francia está aislado en una celda de 12 metros cuadrados con ciertas comodidades. Aunque apeló la condena a cinco años por la financiación ilegal de su campaña electoral, deberá esperar en prisión la decisión de la Justicia.

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Nicolás Sarkozy se convirtió este martes en el primer presidente francés en llegar a la histórica prisión de La Santé, en París, para cumplir una condena de cinco años, aislado, en una celda de personas vulnerables. Lo declararon culpable en septiembre pasado de “conspiración criminal" en la supuesta financiación libia de su exitosa campaña presidencial del 2007. Ya ha apelado pero deberá esperar entre uno o dos meses en una celda, hasta que los jueces decidan si lo liberan o no.

Una condena y acto político para este ex primer ministro, ex ministro del Interior y presidente después que Philipe Petain fuera encarcelado en la segunda guerra mundial por colaborar con los nazis. Louis, Pierre y Jean, hijos de Nicolas Sarkozy, organizaron una manifestación de apoyo este martes por la mañana, cerca de la casa familiar, en París.

“La verdad triunfará”, dijo el ex presidente al salir de su villa en Montmorency, en el barrio XVI de París, donde vive junto a la modelo y cantante Carla Bruni y su hija Giullia, que cumplió 14 años y lo celebraron en una última fiesta en el Hotel George V.

Lo rodeaba toda su familia: sus tres hijos, Carla, que lo llevaba de la mano, y un centenar de militantes que lo aplaudía. Se despidió de Carla. Partió solo en su cortejo de autos negros, como los que tienen todos los presidentes en Francia que abandonan el poder. Lo seguían docenas de motos con fotógrafos, camarógrafos y periodistas hacia la cárcel, como en una elección presidencial en Francia.

“No le temo a la cárcel", declaró Nicolas Sarkozy en una entrevista con La Tribune Dimanche antes de su encarcelamiento. "Mantendré la frente en alto, incluso a las puertas de La Santé". El proyecto de Sarkozy es escribir un libro y hacer una hora de gimnasia diaria.

Nicolas Sarkozy llegó a la prisión donde se alojó muchos años el terrorista venezolano Carlos Ilich Ramirez, el Chacal, este martes alrededor de las 9 y media de la mañana. Fue recibido por el director de la prisión y los agentes, que le mostraron su celda de 12 metros, con una ducha y un televisor.

En la prisión de La Santé, ubicada en el distrito 14 de París y donde vivieron reclusos de renombre como Alfred Dreyfus, Maurice Papon, Jacques Mesrine y Guillaume Apollinaire, es probable que Nicolas Sarkozy haya sido recluido en la sección reservada para "personas vulnerables", donde estará solo en su celda para garantizar su seguridad.

Tendrá acceso a un televisor (por una cuota mensual de 14 euros) y a un teléfono fijo vigilado. Podrá recibir hasta tres visitas semanales (de 45 minutos), aparte de las reuniones con sus abogados. El ministro de Justicia, Gérald Darmanin es quien lo visitará, en lo que algunos consideran que es un acto contra la independencia de la justicia..

El ex jefe de Estado pudo llevar diez fotos personales y tres libros, según lo permite el reglamento penitenciario, durante su primera semana de detención. Optó por llevar los volúmenes I y II de la novela de Alexandre Dumas "El Conde de Montecristo", que narra la historia de un hombre injustamente encarcelado, que planea vengarse de quienes lo traicionaron. También la biografía de Jesús, escrita por Jean-Christian Petitfils.

El presidente Emmanuel Macron, quien mantiene estrechos vínculos con Sarkozy y su esposa, Carla Bruni, declaró el lunes que se había reunido con el ex presidente del Palacio del Elíseo, antes de su encarcelamiento, durante una hora y media. Hasta ahora no se ha publicado la posibilidad de un eventual perdón presidencial pero no habría que descartarlo, si la apelación para la liberación fracasa.

El encarcelamiento de personas VIP es una de las características de la prisión de La Santé. La administración denomina "zona especial" al área donde se encuentran estas personas. Las salas de visita para estos presos se encuentran en el número 1 de la rue Messier, al igual que para los demás presos, donde hay alojamiento cercano para familiares que los visitan.

El encarcelamiento de "personajes públicos" condenados también es propia de la prisión de La Santé. La administración penitenciaria denomina a la zona donde se asigna a estas personas "sector privado", QB4 (sección inferior número 4) o QPV (sección de personas vulnerables), y los medios de comunicación suelen denominarla "sector VIP".

En La Santé, hay 19 plazas, y las celdas son idénticas a las de todas las demás. Los reclusos viven aislados para protegerse del resto de la población penitenciaria, debido a la naturaleza de los delitos que se les imputan (en particular, los de carácter sexual), su cobertura mediática o el riesgo de extorsión.

Como ministro del Interior, Sarkozy fue extremadamente duro con las poblaciones de los suburbios, a los que llamó “La Racaille", que debían ser limpiados “a Karcher” (un desinfectante abrasivo de alto poder). En la cárcel hay muchos detenidos de ese origen. La seguridad de Sarkozy está comprometida si comparte con ellos comidas o recreos. Por eso permanecerá aislado.

Una de las peculiaridades de la prisión de La Santé es que, hasta el año 2000, los reclusos se distribuían según su origen geográfico y étnico. Algunos reclusos (especialmente los que cursan estudios) se agrupan en secciones. Pero la mayoría se distribuye en cuatro bloques: Bloque A: Europa Occidental; Bloque B: África Negra; Bloque C: África del Norte; Bloque D: resto del mundo.

Estos bloques fueron recientemente sometidos a una importante renovación. El centro estuvo parcialmente cerrado de 2014 a 2019 para su rehabilitación. Allí vivieron el dictador panameño Manuel Noriega mientras esperaba su extracción a Estados Unidos, Jean Mitterrand, el empresario Bernard Tapie, entre tantos otros. La guillotina estaba instalada hasta la abolición de la pena de muerte en la cárcel.

En el comunicado emitido en la puerta de la prisión de La Santé, Nicolás Sarkozy aseguró que "la verdad triunfará", denunciando "la expresión de venganza que ha llevado el odio a un nivel sin precedentes". "La verdad triunfará, pero el precio habrá sido demoledor..." escribió.

En marzo pasado, la Fiscalía Nacional Financiera (PNF) solicitó una pena de siete años de prisión y cinco años de inhabilitación para presentarse como candidato a un cargo público contra Sarkozy, quien fue acusado en 2018 bajo sospecha de recibir fondos del ex líder libio Muamar Kadafi para financiar su campaña durante las elecciones presidenciales de 2007. El mes pasado fue absuelto de los cargos de recepción de fondos públicos robados, corrupción pasiva y violación del Código Electoral.

El ex líder de la UMP (Unión por un Movimiento Popular, posteriormente convertido en el partido Los Republicanos) niega cualquier irregularidad y ha denunciado una "conspiración" con motivaciones políticas, acusando a los jueces de intentar humillarlo.

El ex inquilino del Palacio del Elíseo ya había sido condenado en 2023 en un caso separado de corrupción -condena confirmada por el Tribunal de Casación en diciembre pasado- por las llamadas "escuchas telefónicas". Declarado culpable de soborno activo a un magistrado y tráfico de influencias activo a una persona en un cargo de autoridad pública, fue condenado a un año de prisión con una pulsera electrónica.

Este martes por la mañana, la imagen de Nicolas Sarkozy, de la mano de Carla Bruni antes de ingresar a su celda en la prisión de La Santé, fue la tapa en numerosos medios internacionales. Pero el próximo paso es la condena de Carla Bruni por interferir para salvar a su marido en este juicio.

Tras un día de interrogatorio ante un juez de instrucción financiero del Tribunal de Primera Instancia de París, Carla Bruni-Sarkozy fue imputada en el marco de las investigaciones sobre la retractación en 2020 del intermediario Ziad Takieddine, que murió dos semanas atrás en Líbano. Este libanés acusó al ex presidente de Francia de financiar su campaña presidencial de 2007 con fondos libios.

La ex primera dama fue imputada por supuestamente haber participado en maniobras destinadas a silenciar el testimonio de Takieddine, lo que añade un nuevo frente judicial a la familia del ex mandatario. Bruni padece cáncer de mama.

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