Se tensa la relación entre el Gobierno y el agro
Guillermo Francos, jefe de Gabinete, abordó el reclamo del sector y calificó como "irrazonable" que no entiendan el equilibrio fiscal.
El clima entre la Casa Rosada y los productores agropecuarios se ha vuelto a tensar tras la nueva suba de retenciones a las exportaciones de soja, maíz y sorgo, seis meses después de un período de alivio. Guillermo Francos, jefe de Gabinete, abordó el reclamo del sector y calificó como "irrazonable" que no entiendan el equilibrio fiscal.
Francos enfatizó que, si bien el Gobierno "siempre escucha el reclamo de los productores" y entiende que los gobernadores de provincias agropecuarias se sumen a él, considera "irrazonable que no entiendan que el gasto y el equilibrio fiscal se mantienen con muchos impuestos que no fueron creados por nosotros, que hemos bajado muchos impuestos". Esta declaración subraya la postura oficial de priorizar la estabilidad fiscal, incluso a costa de la presión impositiva sobre el campo.
Al respecto, Martín Llaryora, de Córdoba; Maximiliano Pullaro, de Santa Fe; y Rogelio Frigerio, de Entre Ríos, fueron quienes se manifestaron en oposición a la decisión publicada el último viernes en el Boletín Oficial en el que consta que la alícuota para la soja subirá del 26% al 33%, y la del maíz y el sorgo pasará de 9,5% a 12%
El funcionario también se refirió a otra demanda provincial: la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). Explicó que las provincias propusieron distribuir estos fondos según los términos de la coparticipación, y que si bien hay diferencias, están "dispuestos a conversar". Reconoció que "junio genera inquietud porque se paga el aguinaldo y están apretados por esa circunstancia", pero reiteró la firmeza del presidente y el ministro de Economía en mantener el rumbo del equilibrio fiscal.
Respecto al futuro, Francos prometió que el Ejecutivo está "viendo cómo diseñamos el sistema tributario que no afecte la producción", lo que implica un esfuerzo por "conseguir un equilibrio a través de la eliminación del gasto". Destacó que las grandes reformas que se avecinan en Argentina son la laboral y la tributaria, y que se buscará conciliar los intereses de los distintos sectores.
En cuanto a la situación cambiaria, el jefe de Gabinete aseguró que el Gobierno "no tiene ninguna intranquilidad". Detalló que la política cambiaria apunta a un "dólar libre, piso y techo", con el Gobierno interviniendo para mantenerse en esa banda. Indicó que "el mercado lo puso en el plano medio", lo que, a su juicio, demuestra la efectividad de la política gubernamental hasta el momento. Desestimó la preocupación por una supuesta salida de dólares por un dólar "barato", interpretándolo como "mucha inversión" y la "contraparte del crecimiento de la actividad económica", y enfatizó la importancia de la proyección futura.