Pymes: entre la falta de créditos y la caída del empleo

La situación de las pequeñas y medianas empresas es comparable a la crisis del 2001, indicaron desde el sector.

ECONOMIA

Las pequeñas y medianas empresas traviesan un momento crítico. Uno de los principales problemas que enfrenta el sector es la drástica restricción del crédito, la caída del empleo y la competencia con las importaciones.

El directivo de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs), Eduardo Fernández sostuvo que las empresas están atrapadas entre la recesión, la falta de crédito y la creciente competencia de las importaciones. Esta combinación, sumada a las políticas monetarias del gobierno, ha creado un escenario que podría ser devastador.

La asfixia financiera y la falta de crédito

Uno de los principales problemas que enfrenta el sector es la drástica restricción del crédito. Fernández explica que el fuerte aumento en los encajes bancarios ha eliminado el financiamiento como motor del consumo interno. Los números son alarmantes: los encajes totales subieron del 30% al 53.5% en solo un mes, mientras que los de bonos pasaron del 9% al 18.5%. Esto ha provocado que las tasas de interés se vuelvan "insoportables", dejando a las PyMEs sin la capacidad de obtener préstamos para inversión o para sostener sus operaciones diarias.

Esta política financiera, aunque busca proteger el sistema bancario, está asfixiando al aparato productivo. A la dificultad de mantener la producción se suma el ingreso masivo de importaciones, que aumenta la competencia y hace aún más difícil la supervivencia de las empresas nacionales.

Impacto en el empleo y las economías regionales

El impacto más directo de esta crisis se refleja en el empleo. Fernández reveló que, además de los 155.000 puestos de trabajo perdidos durante la pandemia, otras 250.000 personas han quedado sin empleo en los últimos 18 meses. La situación es desesperada para las PyMEs, que están en un punto límite: a pesar de no querer despedir, no tienen cómo sostener a sus empleados.

Fernández enfatizó que el cierre de cada empresa no solo significa la pérdida de puestos de trabajo, sino también la desaparición de historias familiares y economías regionales que tardaron décadas en consolidarse.

Advertencia de una crisis comparable a la de 2001

El directivo advierte que el panorama actual podría desencadenar una crisis comparable a la de 2001, una de las más graves en la historia reciente de Argentina. Según su análisis, cuando las cifras de la economía real se sinceren, se revelará un "desastre comparable" al de aquella época. Fernández concluyó que el país está destruyendo empleo y cerrando empresas a un ritmo alarmante, un camino que no augura un futuro prometedor.

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