Pobreza, inflación y empleo: cómo llega la economía de Mendoza a las elecciones
La provincia muestra avances en empleo y exportaciones, pero aún enfrenta altos niveles de pobreza, leve aumento del desempleo y una economía que no termina de recuperarse tras la pandemia
La economía de Mendoza depende en muchos aspectos del manejo que se haga a nivel macro, en la órbita del Gobierno nacional, pero eso no le quita responsabilidad a la Provincia en los resultados de algunos factores claves, como la desocupación, la pobreza e incluso el Producto Bruto Geográfico (PBG). En ese sentido, resulta interesante repasar cómo llega el escenario económico de Mendoza a las elecciones legislativas.
Un primer punto que se debe analizar es el de la inflación, una de las variables económicas más sensibles para la población, por su alta incidencia en el poder adquisitivo de las familias. Si bien está claro que el aumento del IPC es producto de cuestiones "macro", no deja de ser un ítem que la gente tiene en cuenta al momento de ir a votar. En este caso, los últimos datos oficiales publicados por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) muestran la inflación avanzó 2,2% en septiembre en Mendoza. Con esto, llegó a un IPC acumulado del 20,2% en los primeros nueve meses del año. un valor inferior al 22% que se registró a nivel nacional.
Pobreza
El índice de pobreza muestra una situación ambigua para la provincia. Es que por un lado el indicador presentó una notable mejora en la última medición, pero al mismo tiempo demuestra que la situación sigue siendo crítica. En detalle, el índice de pobreza bajó de 42% a 25,3% entre el primer semestre del 2024 y el mismo período de este año.
Lo negativo, como el número lo indica, es que aún así una de cada cuatro personas que viven en Mendoza es pobre. Esto significa que sus ingresos no alcanzan para cubrir el costo de una Canasta Básica Total (CBT).
Desocupación y empleo
El mercado laboral mendocino también tiene puntos altos y bajos para analizar. De acuerdo a los últimos números difundidos por el Indec, en el segundo trimestre de este año la tasa de empleo del Gran Mendoza era de 47,6%, lo que representó una mejora de 1,1 puntos porcentuales respecto al mismo período del 2024 (46,5%). Dicho de otra forma, hay más personas con trabajo, en relación al tamaño de la Población económicamente Activa (PEA).
En contraparte, también creció la desocupación. Los datos oficiales indican que la tasa de desempleo avanzó de 6,1% a 6,4% en el Gran Mendoza. Eso quiere decir que hay más personas activas buscando empleo en la provincia.
¿Cómo es posible este escenario? Aunque parezca ilógico, es completamente viable que suban el empleo y el desempleo a la vez. Estoy se explica porque hubo un crecimiento de la tasa de actividad, que avanzó de 49,5% a 50,8%. Es decir que se incorporaron miles de personas nuevas al mercado laboral mendocino. Algunas consiguieron trabajo (por eso creció la tasas de empleo), pero muchas otras aún lo han conseguido (por eso creció la desocupación).
Cuentas públicas
Un punto a favor del Gobierno de Mendoza es que sus cuentas públicas están ordenadas. De acuerdo a los datos más recientes publicados por Hacienda, en junio pasado se registró un resultado operativo de -$50.212,94 millones (mes de pago de aguinaldos), pero en el primer semestre del año se registró un saldo a favor de $102.712,21 millones.
PBG
El Producto Bruto Geográfico (PBG) no muestra tan buenos números para Mendoza, aunque los últimos datos disponibles son algo viejos (corresponden al 2024). De acuerdo con los valores informados por la DEIE, la economía provincial se achicó 1,5% el año pasado. De esa manera, se puso fin al rebote observado en la post pandemia. Cabe recordar, que el PBG se desplomó 10,4% en 2020 (año del aislamiento), pero mejoró 5,2% en 2021, 3,4% en 2022 y 2,2% en 2023.
Aún no hay datos disponibles correspondientes a 2025, pero es esperable que se registre una mejora, teniendo en cuenta que los números publicados por Nación muestran una recuperación del Producto Bruto Interno (PBI).
Exportaciones
Los envíos al exterior son otro buen termómetro de lo que pasa en la economía mendocina. En este caso, los últimos datos disponibles muestran un resultado positivo. De acuerdo con la DEIE, en el primer semestre de este año se lograron exportaciones por USD 735.417.319, lo que dejó como resultado una mejora del 0,6% en relación al período enero-junio del año pasado, cuando se facturaron USD 731.079.114.
En términos de volumen, sin embargo, los datos no son tan prometedores. De hecho, las estadísticas oficiales indican que las exportaciones mendocinas sufrieron una caída en volumen del 9% en la primera mitad del año. Es decir que la mejora en términos de valor responde a una mejora de los precios internacionales y no a un mejor posicionamiento por parte de Mendoza.
En síntesis, la economía mendocina llega a las elecciones con luces y sombras. Por un lado, muestra signos de orden fiscal, una leve mejora del empleo y una inflación algo menor que la nacional. Pero al mismo tiempo enfrenta desafíos estructurales: un nivel de pobreza todavía elevado, una economía que no termina de recuperar el dinamismo previo a la pandemia y una matriz productiva que depende en gran medida de los precios internacionales. En este contexto, el desempeño de la gestión provincial y las decisiones que se tomen a nivel nacional serán determinantes para definir si la recuperación incipiente logra consolidarse o vuelve a quedar a mitad de camino.