La derrota
El autor de la columna, Luis Giachino, critica la soberbia, los insultos y el encierro en un círculo de fanáticos y oportunistas, en lugar de abrirse al diálogo y a la construcción política seria.
Somos básicos.
En pleno siglo XXI, el ser humano ha tenido enormes avances en muchísimos aspectos. Pero seguimos respondiendo a principios básicos de la naturaleza humana.
Señalemos algunos de esos principios básicos: miedo, vanidad, egoísmo, traición, soberbia, celos, avaricia, lujuria entre otros.
Porque, por más avances tecnológicos, que se hayan desarrollado, el ser humano, sigue siendo, en esencia, el mismo de siempre.
Es por esto que los clásicos hablaban de las virtudes, para poder poner un freno y enfrentar estos comportamientos atávicos de la naturaleza humana.
Hemos sido testigos, nuevamente de una manifestación clara y contundente de este comportamiento humano, puesto en evidencia desde el Gobierno Nacional, en las elecciones de medio término de la Provincia de Buenos Aires.
El mismo partido del peor presidente de la historia argentina, le da una paliza al gobierno del mejor presidente de la historia del mundo mundial.
Tantos errores, producto de todos estos , renegridos modelos de comportamientos ancestrales de los seres humanos, llevaron sin prisa pero sin pausa al gobierno nacional a una derrota contundente.
Una sumatoria de errores, por no querer ver la realidad, alejarse de los ciudadanos comunes y dejarse dominar por sus pasiones y no por las virtudes que moderan esos impulsos.
Los insultos, los agravios, las descalificaciones, los enfrentamientos, ya pasaron de moda. Sin embargo, hoy las voces que se escuchan, son las de la desmesurada Lemoine, el desagradable gordo Dan, la sarta de twiteros escribiendo Ave Karina, Romina Diez, Pareja y tantos mariscales de una derrota, que en vez de dar enseñanza, pareciera, en estas primeras horas, estar dando más cerrazón y más de lo mismo.
Por ejemplo, presentar un Presupuesto para el 2026 y que sea discutido en el Congreso, sería una muestra clara de que entienden lo sucedido y tienen la capacidad de cambiar un rumbo y unas formas que a nadie satisfacen. Y que espantan al electorado.
Habiéndose sacado de encima a grandes y leales personas. El gobierno, se cerró en fortalecer figuras recicladas del kirchnerismo, de apellidos con prontuario, de barrabravas y de fanáticos, que solamente por estar cerca del calor del poder, dicen y defienden cualquier cosa.
Ahora que el calor del poder, pareciera entibiarse, es un momento ideal, para analizar y replantearse las estrategias. Pero para eso se necesita de alguna de las virtudes que morigeran los impulsos, la Templanza y la Prudencia.
Hace un tiempo desde La Juan Bautista, advertimos todos estos errores, y mientras los fanáticos nos difamaban y nos agredian en las redes, los más timoratos callaban cobardemente.
Silencio, mientras esperaban que algunas migajas cayeran del mantel, para alimentar su ego y vanidad. Destrozados y en su autoestima, por la cantidad de portazos que repetidamente, les cerraban ante sus narices. Esos que se dejaban engañar por los reyes del engaño y que sabiendo de la calaña de esta gente, se sometían a pie Juntillas y con boca cerrada.
Sin embargo ahora, se muestran altaneros y diciendo de todo a todos los que se suponen son los responsables de este desastre electoral, muy predecible. Hoy son la leña de ese árbol caído, Karina y los Menem.
Pero como siempre , estos tibios, son los primeros en ir al obelisco y los primeros en bajarse del barco, si hay posibilidades de que se hunda.
Así se alimentó y engordo LLA, de fanáticos y de cobardes acomodaticios, que levantaron sus manos, sin piedad sobre los más necesitados y desprotegidos. Y hoy, su preocupación, no es corregir los andariveles de la política, sino que su preocupación radica en analizar, solamente el tema alianzas electorales. Problemas puros de una casta que dicen querer combatir.
Ahora viene la prueba de ver si nos gobierna un estadista o no.
Veremos si tienen la capacidad de aprender de las derrotas o simplemente, este es el primer paso a un ocaso definitivo de alguien que supo tener magnetismo y hoy solo tiene fanatismo.
De creer que en Argentina de repente se hicieron todos liberales y ahora son todos kicillofistas, sería otro error de análisis Político. Aunque podemos decir livianamente que hoy el Gobernador de Buenos Aires, derrotó en una sola batalla electoral, a Cristina y a Milei.
Por Luis Giachino