Impsa quiere estirar su deuda hasta el 2044

Los dueños estadounidenses de la metalúrgica que pertenecía a la familia Pescarmona propuso cancelar su pasivo con la postergación de vencimientos. Pretende extenderlos sin quitas de capital.

ECONOMIA

Los nuevos dueños de Impsa (Industrias Metalúrgicas Pescarmona) –la metalúrgica mendocina que pertenecía a la familia Pescarmona y se terminó de privatizar por completo en el verano, cuando pasó a manos de la estadounidense ARC Energy– presentó en la Justicia una propuesta para reestructurar su deuda por U$S 583 millones.

Según comunicó a la Comisión Nacional de Valores (CNV) este martes, informó ante el Segundo Juzgado de Procesos Concursales de Mendoza una oferta que será sometida a la aprobación de los acreedores de la compañía el 15 de octubre.

Pablo Magistochi, Country Manager de Impsa.

El planteo prevé la reprogramación del cronograma de vencimientos de la deuda sin quitas de capital, a los efectos de brindar a la empresa “el tiempo necesario para posibilitar el ordenamiento y normalización de sus operaciones y de su estructura, así como la obtención de nuevos contratos”, indicó en la nota enviada a la CNV.

De ser aprobado, los vencimientos se extenderán hasta finales de 2044. “Permitirá brindar una solución definitiva a los problemas que han afectado a Impsa y sus operaciones en los últimos años, asegurando al mismo tiempo la cancelación de dichas deudas, en condiciones razonables, sin quitas de capital y con objetivos cumplibles”, afirmó.

Según Impsa, un acuerdo de este tipo le permitirá preservar la continuidad de la empresa, los puestos de trabajo de sus cerca de 600 empleados directos y la actividad del centenar de pymes que trabajan con ella.

En enero, la metalúrgica pasó a manos de Industrial Acquisitions Fund (IAF), subsidiaria de ARC Energy, que tomó su control al adquirir las acciones que estaban en poder del Estado Nacional y de la provincia de Mendoza.

Si bien no era 100% estatal, se considera la primera privatización en la 'era Milei'. En 2021, cuando el Estado la rescató del default, Nación se quedó con el 65%, Mendoza con el 25% y la familia Pescarmona retuvo alrededor del 10%.

Como parte de la adquisición, se comprometió a buscar acuerdos con los acreedores de Impsa para reestructurar el pasivo. La operación fue anunciada oficialmente el 8 de enero y el contrato de transferencia se firmó el 11 de febrero, cuando la compra se volvió efectiva.

Así, Impsa volvió a manos privadas tras haber sido estatizada en 2021 en el gobierno de Alberto Fernández, en un contexto de crisis financiera y endeudamiento.

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