Impsa pagará el aguinaldo a sus empleados en cuatro cuotas y culpa al Gobierno nacional
La empresa atribuyó la decisión a demoras en los pagos de contratos públicos clave. El anuncio profundizó el malestar entre los trabajadores, que advierten por incumplimientos salariales y problemas operativos.
Impsa informó a sus trabajadores que el aguinaldo correspondiente al primer semestre de 2025 será abonado en cuatro pagos mensuales, distribuidos entre julio y octubre. La empresa justificó esta medida alegando demoras en los desembolsos de contratos con organismos del Estado nacional que debían concretarse a fines de junio.
A través de un comunicado interno, la compañía señaló que esta decisión busca "preservar el normal giro" de la actividad. Aunque garantizó el pago del salario mensual, el fraccionamiento del Sueldo Anual Complementario (SAC) generó preocupación dentro de la planta, que emplea a cientos de trabajadores vinculados principalmente a proyectos de energía, infraestructura y defensa.
Crece la preocupación entre los trabajadores
La decisión cayó mal entre los empleados y los delegados gremiales, quienes ya venían advirtiendo por otras dificultades operativas. Entre ellas se mencionan retrasos en el cumplimiento de acuerdos paritarios, recortes en horas extra, despidos puntuales y falta de insumos básicos para continuar con la producción.
El malestar generalizado se ve potenciado por la falta de certezas sobre los pagos que la empresa espera recibir del Estado nacional. Según trascendió, varios de los contratos firmados por Impsa con organismos públicos —como centrales hidroeléctricas o áreas del Ministerio de Defensa— debían generar ingresos clave en junio, pero los fondos aún no se han acreditado.
El panorama actual ocurre apenas unos meses después de que Impsa pasara a manos privadas. A principios de 2025, la empresa fue vendida al fondo estadounidense Industrial Acquisitions Fund, a través de la firma ARC Energy. El traspaso de acciones fue promovido por el Gobierno nacional como una de las primeras privatizaciones de esta gestión.
Desde la nueva administración, se destacó en su momento la intención de consolidar un plan de expansión, ordenamiento financiero y aprovechamiento del capital técnico y humano que posee la compañía. Sin embargo, el nuevo esquema de gestión no ha logrado despejar los problemas estructurales ni garantizar una mejora en el flujo operativo.
A pesar de que la firma comunicó un resultado contable positivo de $12.872 millones para el primer trimestre, con ganancias relevantes, los problemas de liquidez persisten. De hecho, la empresa presentó un Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE) ante la Justicia, con el objetivo de reestructurar una deuda cercana a los 576 millones de dólares. El plan contempla extender los plazos de pago hasta 2044, con amortizaciones a partir de 2036 y una tasa de interés baja.
Advertencias sindicales
En medio de este escenario, los representantes gremiales del sector metalúrgico analizan medidas para reclamar una solución. Ya se habla de la posibilidad de convocar asambleas o impulsar medidas de fuerza si no se normaliza el pago del aguinaldo y no se revierte el incumplimiento de otros compromisos salariales.
Además, algunos trabajadores expresaron su malestar por la aparente contradicción entre los anuncios de saneamiento financiero y la imposibilidad de afrontar obligaciones básicas. Señalan que mientras se informa que la compañía cerró el trimestre con ganancias, al mismo tiempo se posterga el pago del SAC y se ajustan otros gastos laborales.
Desde la empresa, confirmaron a El Medio que el pago en cuotas del aguinaldo se produce "a raíz de la falta de pago de los proyectos actuales que tiene Impsa en ejecución".