En un año, se destruyeron casi 600 empresas en Mendoza
Aunque el empleo formal mostró cierta resistencia, la fuerte caída del consumo y el cierre de pequeños comercios revelan las dificultades que atraviesa el sector privado.
La economía provincial viene de un año difícil. El Producto Bruto Geográfico (PBG) se contrajo 1,6% según estimaciones privadas y pocos rubros están mostrando indicios de recuperación. Algunos indicadores económicos han sido positivos, como el crecimiento del mercado laboral (se crearon más de 3.000 puestos de trabajo formales), pero en líneas generales se puede considerar que el 2024 fue un año “malo” para Mendoza.
En ese marco, surge un dato nada alentador, que muestra de lleno cuánto está sufriendo el sector privado para mantenerse a flote. En un año, se destruyeron casi 600 empresas en la provincia. Según datos de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT), en diciembre de 2024 había 21.686 unidades productivas activas; un año más tarde, el número bajó a 21.094, es decir 592 menos.
Es importante aclarar que la SRT toma en consideración a todas las firmas que tienen al menos un trabajador registrado, por lo que quedan fuera de las estadísticas las empresas unipersonales y las que se encuentran en la informalidad.
El economista Sebastián Laza, asesor del Gobierno de Mendoza, sugiere que el dato debe analizarse en conjunto con la evolución del empleo. “El mejor indicador para evaluar la dinámica del mercado laboral es el SIPA, porque abarca el universo completo de trabajadores registrados. Es cierto que cayó la cantidad de empresas, pero el empleo formal privado se ha mantenido e incluso ha mejorado un poco”, explicó Laza.
Para el economista, la baja en la cantidad de empresas responde en gran parte a la caída del consumo. “Todavía no se recupera a los niveles previos a Milei. Viendo los datos del Gobierno, se observa que la producción y la actividad económica han mostrado signos de recuperación, pero el consumo aún no”, subrayó.
Por otro lado, Laza señaló que las estadísticas publicadas por la SRT no discriminan por tamaño de empresa y estimó que en su gran mayoría las firmas que cerraron son pequeños kioscos u otra clase de empresas unipersonales. “Ha cerrado una cantidad de kioscos impresionante en el país. En Mendoza podrían haber cerrado hasta 400 kioscos, y los otros 200 podrían ser tiendas pequeñas de distintos rubros”, detalló.
La mirada empresaria
Los referentes del sector empresario que operan en Mendoza ven con claridad el fenómeno de la pérdida de unidades productivas. Daniel Ariosto, presidente de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM), coincidió con el número presentado por la SRT.
“Todo indica que en este momento difícil hay empresas que van quedando en el camino o que se pasan a la informalidad porque no soportan la presión tributaria”, subrayó el empresario.
Laza, en cambio, indicó que, en el caso de Mendoza, la presión impositiva no parece ser la principal causa del cierre de empresas. “La carga impositiva viene bajando. Hay una reducción de tasas municipales y provinciales, y se van a sumar más municipios. En Mendoza, por el lado impositivo, no se ve una carga creciente. El problema pasa más por el aumento de costos, como la suba de tarifas eléctricas y los alquileres”, puntualizó.
En lo que sí hubo coincidencia fue en el impacto que genera la caída del consumo en la actividad económica de la provincia. “Antes nos pasaba que la plata nos quemaba y lo importante era sacarse el dinero de encima. Ahora antes de comprar, lo pensás más, porque el dinero vale más. Esto condujo a una caída importante en las ventas de casi toda clase de consumo”, explicó Ariosto.
Además, el empresario aclaró que no sólo se están perdiendo empresas chicas, sino que también se están yendo del país algunas compañías de gran tamaño. A modo de ejemplo mencionó el caso de Mercedes Benz, que vendió sus operaciones en Argentina, y el de Nissan, que anunció que dejará de fabricar dentro de la Argentina.
“El escenario es muy complicado. En una reunión reciente en la Cámara Argentina de Comercio (CAC) todos coincidieron en que la baja del consumo y la informalidad son los principales problemas que se deben enfrentar a nivel nacional”, agregó. “Hay que soportarlo, hay que buscar salidas alternativas y rogar que el 2025 pase lo más rápido posible”, sumó.
El universo empresario de Mendoza
La información publicada por la SRT tampoco muestra el detalle de a qué rubro pertenecían las compañías que cerraron, pero un repaso de la composición de la matriz empresaria permite tener una idea al menos de cómo está compuesto el entramado de firmas privadas. De acuerdo a un estudio del Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial (OEDE), el 28% de las empresas que existen en la provincia pertenecen al rubro del comercio, el 16% corresponden al agro y el 12% son del rubro de “servicios inmobiliarios, empresariales y de alquiler”.
Con menor peso sobre el total de empresas, figuran los servicios de transporte, almacenamiento y comunicaciones (11%) y la industria manufacturera, con una participación del 10%. Conforman la lista también las empresas de servicios comunitarios, sociales y personales (6%), el rubro de hotelería y restaurantes (6%) los servicios sociales de salud (5%), la construcción (4%), la enseñanza y la intermediación financiera, ambos con un 1% de participación. Finalmente aparecen la explotación de minas y canteras (en 2022 existían 115 firmas) y el sector de electricidad, gas y agua (71 empresas). Ambos tienen una participación menor al 1% en el universo de empresas en Mendoza.
Tendencia nacional
La destrucción de empresas en la provincia no es un caso aislado. De hecho, de las 24 jurisdicciones que hay en el país (CABA se cuenta como una provincia más), sólo una logró crecer en cantidad de empresas en el último año. Se trata de Neuquén, que pasó de tener 9.134 unidades productivas en diciembre de 2023 a registrar 9.162 firmas en igual mes de 2024. Si bien se trata de una variación mínima (0,3% y 28 empresas), no deja de ser un dato a destacar, teniendo en cuenta que muestra un panorama muy diferente al del resto del país.
Del resto de las provincias, a la que peor le fue en términos porcentuales es a La Rioja, que perdió el 8,4% de sus empresas en el transcurso del último año. Le siguieron en orden descendente las provincias de Catamarca (-6,7%), Corrientes (-6,2%), Chaco (-5,9%) y Formosa (-5,3%).
Medido en cantidad de empresas, se da la situación lógica de que son las provincias más grandes las más afectadas. La Provincia de Buenos Aires lidera el ranking negativo con 2.861 firmas destruidas en el transcurso de un año. Le siguen Córdoba (-2.298) y Ciudad Autónoma de Buenos Aires (-1.405). Más atrás figuran Santa Fe (-1.354), Entre Ríos (-635) y en el sexto lugar aparece Mendoza, con 592 unidades productivas menos.