En diez años, algunos sectores crecieron más del 50% en Mendoza

Pese a una economía provincial estancada en términos generales, el análisis del Producto Bruto Geográfico revela que algunas actividades

La actividad económica de Mendoza lleva diez años de estancamiento
ECONOMIA

La economía de Mendoza lleva más de diez años de estancamiento, eso no es una novedad; pero hay sectores que, a contramano del promedio general, han crecido de forma exponencial en la última década.

De hecho, según datos publicados por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), algunos rubros económicos registraron mejoras por encima del 50% entre 2014 y 2024. El dato se desprende del último informe del Producto Bruto Geográfico (PBG) publicado por el organismo. Cabe recordar, que el PBG es el indicador que mide el valor del agregado bruto de todos los productos de la economía. Dicho de otra forma, representa el tamaño de la economía.

La realidad sectorial

Para entender qué pasó puertas adentro del PBG mendocino, El Medio analizó lo ocurrido con los sectores destacados de la economía provincial.

La rama “Agricultura, ganadería, caza y silvicultura”, por ejemplo, creció 16,8% en forma conjunta en el período analizado y todos los sub rubros en su interior tuvieron mejoras. El sector que más se destacó en el agro es el de “cultivos de cereales y otros cultivos”, que tuvo un repunte del 75%. Sin embargo, se trata de una actividad con una participación ínfima dentro de la economía provincial. Los sectores que sí traccionaron dentro de esa rama de actividad, fueron “cultivo de frutas y plantas industrializables” (11% de crecimiento en diez años) y ganadería (33%).

También dentro de la rama de “Comercio mayorista, minorista y reparaciones” se encuentra un sub rubro con fuerte crecimiento en la última década. Se trata del comercio mayorista, que entre 2014 y 2024 presentó un incremento de su valor agregado del 26%. Fue algo menor el crecimiento de la “venta de automotores y combustibles”, que se incrementó un 18%.

Asimismo, el producto bruto de los restaurantes, bares y cantinas creció 63% entre 2014 y 2024. Se suman a la lista de grandes recuperaciones los rubros de salud privada (25%), servicios personales y de los hogares (35%) y servicios de correo y telecomunicaciones (32%), entre otros.

Merece una mención aparte el rubro de “agua y cloacas”, que en la última década tuvo un muy importante crecimiento del 258%, marcando una diferencia sustancial respecto a los otros dos servicios que conforman la rama de actividad. En detalle, la generación de electricidad creció 4% y la de gas se mantuvo sin cambios.

Qué los hizo diferentes

El PBG total de Mendoza se contrajo 0,3% entre 2014 y 2024, más de una decena de actividades se desplomó y la crisis macroeconómica provocó estragos que la mayoría de los rubros. La pregunta, entonces, es cómo hicieron para crecer los sectores mencionados anteriormente. ¿Hicieron algo distinto? ¿fue por acciones propias o tuvo que ver el escenario económico general? Para los economistas, hay varias respuestas a esas preguntas.

El economista y director de Evaluecon, José Vargas, ofreció una visión sobre las dinámicas que impulsaron el crecimiento en algunos rubros. En el sector agropecuario, destacó que Mendoza logró un mejor posicionamiento gracias a la mejora en los términos de intercambio. Esto se tradujo en un aumento de las exportaciones provinciales y la apertura a nuevos mercados, sumado a condiciones de precios favorables, especialmente en el contexto del Mercosur.

En cuanto al comercio minorista y mayorista, Vargas señaló un cambio en el patrón de consumo de los mendocinos. Históricamente conservador, el consumidor local se volvió "bastante más consumista" en los últimos años. Esto benefició a estos sectores, que al concentrar una amplia oferta de bienes y servicios, atraen a la mayoría de los compradores.

El crecimiento notable en gastronomía, hotelería y servicios turísticos también se explicó por un factor macroeconómico: un tipo de cambio favorable que incentivó el turismo receptivo. La provincia, con una alta concentración de actividad turística en su PBG, se benefició significativamente de esta situación. No obstante, Vargas advirtió que esta tendencia cambió drásticamente a fines de 2023, y estos rubros, que antes eran grandes aportantes al PBG, ahora contribuyen en menor medida.

El economista Nicolás Aroma complementó el análisis, expresando preocupación por los sectores que han experimentado caídas, como la industria y la minería (hidrocarburos y petróleo). Aroma los consideró "insignia" o "dinámicos", que deberían estar impulsando el crecimiento. "Realmente el número es muy malo", enfatizó.

Aroma también profundizó en la reconfiguración de la matriz productiva provincial, que se inclina cada vez más hacia los servicios. El sector de restaurantes y hoteles es un claro ejemplo, impulsado por el creciente atractivo turístico de Mendoza. Sin embargo, el economista subrayó que este sector suele ofrecer "muy malos salarios" y presenta "alto nivel de precarización", además de no tener un peso determinante en la economía general. Como Vargas, Aroma observó que la situación actual frenó el crecimiento de este rubro.

Otro fenómeno que destacó Aroma fue el corrimiento de la salud pública hacia la privada, con un consecuente crecimiento del sistema de salud privado. Este hecho, según el economista, amerita un análisis más profundo sobre la intervención del Estado en este ámbito.

La caída en la construcción, tanto pública como privada, fue otro punto de preocupación para el economista. Explicó que la reducción de la inversión pública en infraestructura tiene un efecto directo y negativo en la inversión privada en el sector, ya que ambos se retroalimentan.

Finalmente, Aroma reflexionó sobre las razones por las cuales, a pesar de algunas condiciones aparentemente favorables, la economía provincial no logra despegar. Señaló que el costo laboral en Mendoza no es un problema en comparación con el resto del país, y que la provincia supuestamente tuvo una menor carga impositiva local. Además, la idea de un Estado más reducido para liberar financiamiento para la inversión privada no se materializó. "Nada de eso se ve en la economía de la provincia", concluyó, resaltando la necesidad de analizar más a fondo las causas detrás de este estancamiento.

Las caídas más fuertes

Así como hubo sectores que crecieron de forma muy marcada en los últimos diez años, otros cayeron de manera estrepitosa. Lo más preocupante, es que en gran parte se trata de ramas de actividad que tienen alta incidencia en el PBG provincial, por lo que inclinaron la balanza en contra.

Una de las ramas de actividad que tuvo una mala década es la del “petróleo y gas natural”, que se desplomó un 30% en la última década. No es un dato menor, teniendo en cuenta el peso que ese sector tiene sobre el PBG. En 2014 las petroleras producían el 5,7% de todo lo que creaba la economía mendocina, pero en 2024 el número bajó a 4,1%. De la mano cayó también el sector de refinerías de petróleo y petroquímica, que se contrajo un 9% en el período analizado.

Dentro de la industria manufacturera, se destacó también la baja del rubro "resto de la industria". Los números publicados por la DEIE indican que todos los sectores incluidos dentro de ese ítem representaban el 11% del PBG provincial y hoy alcanzan sólo el 8%, producto de una fuerte caída del 30%.

Otro sector que se achicó, y mucho, es el de intermediación financiera. De acuerdo con los datos presentados por la DEIE, esa rama de actividad retrocedió un 84% en sus niveles de producción. 

Se suman también a la lista el Gobierno provincial (-21%) y el "servicio de transporte y almacenamiento" (-15%) y la salud pública (-16%), entre otras ramas de actividad. 

 

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