AUH y menos inflación, bajaron la indigencia y pobreza infantil en Mendoza
Los que no llegan a la Canasta Básica Alimentaria bajaron del 20,5% en el segundo semestre del 2023, al 7,5% en el mismo período del 2024; 13 puntos menos, según Indec.
La pobreza infantil en el Gran Mendoza bajó 11,2 puntos en el segundo semestre del 2024; pasó del 65% en el segundo semestre del 2023 al 53,8% en el mismo período del año pasado según el Indec. El dato es alentador porque, si bien no son comparables, en el primer semestre del 2024 el indicador estuvo cerca del 70%. La caída más fuerte se dio en la indigencia, que pasó del 20,5% en el primer semestre del 2023, al 7,5% en el mismo período del 2024, 13 puntos menos. De todas formas, desde el 2019, Mendoza no logra que la pobreza infantil baje del 50%.
Pero más allá de los números, la clave está en las causas que generaron el descenso de la pobreza infantil en Mendoza y en el país. En Argentina bajó del 58,4% al 51,9% entre los segundos semestres del 2023 y 2024.
Los programas sociales y su efecto
Las interpretaciones varían, pero hay varios puntos de contactos entre los analistas consultados. Si bien muchos explican la baja de la indigencia y de la pobreza infantil por la disminución de la inflación, desde el Barómetro Social de la Infancia de la Universidad Católica Argentina (UCA), entienden que hay otros componentes como el fuerte incremento de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y de la Tarjeta Alimentar.
Es que se pusieron a investigar el tema y así fue como detectaron que con la Tarjeta Alimentar más la AUH cobrada al 100% por una familia compuesta por un varón de 44 años, una mujer de 40, un hijo de 15 y una hija de 17 (Hogar tipo A), en abril del 2024, alcanzaba para comprar el 24,6% de una Canasta Básica Alimentaria que es la que mide indigencia. En marzo de este año, el porcentaje subió al 49,8% por los incrementos en los planes.
También hicieron el ejercicio con un Hogar tipo C, compuesto por un varón y una mujer de 30 años, con tres hijos, uno de 1 año, otro de 3 y otro de 5. En abril del 2024 la cobertura de la AUH al 100% más la Tarjeta Alimentar sobre la Canasta Básica Alimentaria llegaba al 63,4% y en marzo del 2025 subió al 78,5%.
Ianina Tuñón, coordinadora del Barómetro Social de la Infancia de la UCA, tiene claro que la baja de la indigencia se debe -además de la baja de la inflación- a la “recomposición importante” de la AUH y de la Tarjeta Alimentar. Además, aclara que fue durante el gobierno de Javier Milei que la Tarjeta Alimentar la comenzaron a cobrar los mayores de 14 años, antes esa edad era el límite.
También señala que al hablar de pobreza monetaria, “los sectores que estaban más cerca de alcanzar la Canasta Básica Total, lograron salir de esa situación por la constante recomposición de los salarios formales, no le pasó lo mismo a los informales”.
Un indicador débil
Destacó también que la pobreza monetaria es un indicador y que hay otros que no se están “tematizando” y que están relacionados con la educación y salud. Considera que la pobreza monetaria “tiene que ver con la alimentación, pero cuando es más del 50% es muy heterogénea”, así es como afirma que “los gobiernos tienen que garantizar educación y salud y no sabemos si este Gobierno Nacional tiene por objetivo mejorar la salud y la educación”.
Considera que la merma de la indigencia es un dato alentador pero que hay muchos niños en pobreza monetaria "con lo cual son importante los recursos que puedan generar los hogares para alimentación, vestimenta transporte útiles escolares, casi 6 de cada 10 tienen problemas sus padres para garantizar esto. No todos los niños pobres tienen las mismas privaciones ni urgencias, tienen distintos déficits que es difícil visibilizar en esas cifras. Hay que invertir en capital humano en esas generaciones".
Programas y políticas especiales
Coincide con los planteos que realiza Tuñón sobre los otros aspectos de la pobreza que hay que atender y que exceden el ingreso económico; Emma Cunietti, ex directora de Desarrollo Social durante los tremendos días del 2001.
Entiende que la situación es muy delicada porque si bien bajó la pobreza infantil, todavía el porcentaje es alto porque la mitad siguen siendo pobres. Así es como plantea la implementación de un seguro alimentario infantil, que garantice un mínimo proteico en las escuelas. “Los hogares pobres tienen más hijos y esta es la forma de llegar con una respuesta”, afirmó Cunietti y agregó: “hay que asegurar que los chicos coman. La pobreza infantil excede a los hogares y por eso hay que atacar los ámbitos en los que los niños se desarrollan”.
A tono con Tuñón, la ex funcionaria señaló que “la baja de la inflación no resuelve todo” porque debe haber propuestas que aseguren “el ejercicio de otros derechos como el de la salud y que el chico pueda ver, que tenga anteojos, que tenga libros, acceder al boleto del micro, que la escuela esté en condiciones, que el docente esté formado; pero lo primero es que coma. Si aseguras esas cosas van a ser menos pobres, porque un chico pobre sin esas cosas es más pobre”.
Los referentes barriales o que forman parte de Organizaciones de la Sociedad Civil, son lapidarios al afirmar que la pobreza infantil no bajó porque siguen viendo las mismas necesidades.
La inflación
Por su parte el economista Sebastián Laza, entiende que las causas de la caída de la pobreza infantil se debe puramente a la baja de la inflación. Considera que la pobreza del segundo semestre del 2023 se registró con una inflación que llegó al 102% acumulada y la del segundo semestre del 2024 fue de sólo 15% en Mendoza.
“Como decimos siempre, la inflación es una fábrica de pobres. A eso hay que sumarle que la desocupación abierta en Mendoza (EPH) se mantuvo en niveles bajos y el empleo privado registrado también se mantuvo, cuando en muchos lugares del país se contrajo”.
Es claro que Milei tiene su política social, él considera que es bajar la inflación, pero también ayuda mucho la suba de los programas sociales. ¿No fue el mercado, fue la asistencia la que ayuda a bajar la indigencia y la pobreza infantil?