Así arrancó la década cornejista en el Gobierno de Mendoza
El principio de la primer gestión Cornejo muestra muchas cosas, que con el paso del tiempo toman otra dimensión.
Un 9 de diciembre con aniversarios de peso y el tratamiento de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto San Jorge vamos a vivir el martes.
Tendremos la década de Cambia Mendoza en el Gobierno de Mendoza, más concretamente del cornejismo en el poder. Y también, haber llegado a 42 años ininterrumpidos de democracia, en donde desde hace un tiempo por suerte ya no hacemos tanto hincapié en los años acumulados, sino en las deudas que la clase dirigente, no el sistema, tiene con la gente. Años difíciles para la democracia que se ve obligada a modernizarse por los tremendos cambios que vive el mundo y nuestro país.
Vamos a ver algunos datos de la situación en la que estaba Mendoza cuando el cornejismo llegó al poder, como también un par de departamentos que transitaban días complejos: Luján y Guaymallén. En los tres casos (la Provincia y los dos departamentos) hay un denominador común que explica en parte lo que sucede hoy con los desastrosos resultados electorales del Justicialismo: tanto la provincia, como esas dos comunas, fueron administradas por Justicialistas. ¿Los Justicialistas no sirven para gobernar? No es así, pero en esos años pusieron una admirable vocación para hacer mal las cosas. Después, siguieron haciendo mal otras tantas, pero internamente.
Cornejo había ganado las elecciones en junio con el 46% de los votos, Cambia Mendoza teniendo al Partido Demócrata, a los Socialistas y hasta massistas, le sacó casi 7 puntos a Adolfo Bermejo del Justicialismo, partido que venía gobernando con muchos problemas.
Sin dudas, una elección brillante de Bermejo a pesar de perder. Después vendrían los que terminaron de liquidar el justicialismo y convertirlo en un partido sin rumbo y todos tratando de rapiñar alguna banca o carguito, jugando en la liga más chica que puede haber.
Algunos de los responsables: el kirchnerismo encabezado por Anabel Fernández Sagasti y también el monje negro Carlos Germán Ciurca.
El justicialismo pasó de perder por 7 puntos una elección para gobernador y sacar casi el 40% de los votos en 2015, a tener el 15% en la última elección a gobernador con la fórmula Parisi-Ilardo; 25 puntos menos en 8 años. Cuando el peronismo estaba proscripto, el voto en blanco en Mendoza sacaba 20%, 5 puntos más que Parisi-Ilardo y sin candidatos.
Ahora vamos a diciembre del 2015. En Luján había protestas de todo tipo, al igual que en la Provincia, por la falta de pago de los salarios. El entonces jefe comunal Carlos López Puelles intentaba que el gobernador Francisco Pérez le enviara dinero para pagarle el salario a 1.000 empleados del escalafón municipal, sin contar funcionarios, contratados y empleados del Concejo. Pero eso no era todo, el 6 de diciembre asumió el nuevo intendente electo Omar De Marchi, e informó que había deuda con los servicios privados de limpieza y no se recogía la basura, también se le debía dinero a la empresa de energía, había facturas impagas de teléfono y combustible.
En Guaymallén la situación también estaba complicada debido a que faltaba pagar los sueldos de noviembre de buena parte de los empleados municipales.
La Provincia no estaba mejor, el 32% de los salarios de noviembre los iba a tener que terminar de pagar Cornejo, y mientras todo esto pasaba, Pérez nombraba cerca de 200 empleados en planta permanente y según el Tribunal de Cuentas, después de 8 años de dos gobiernos justicialistas (Jaque y Pérez), la planta de empleados quedaba con 30 mil personas más.
Según el Tribunal de Cuentas, el déficit que dejaba Pérez era de 8 mil millones de pesos en esos días, hoy serían unos 1.200 millones. Pagar todos los sueldos, el aguinaldo y 300 millones que quedaban impagos de la gestión justicialista, implicaba un monto de $ 3.300 millones, hoy serían cerca de $ 500.000 millones.
Cornejo asumió, pagó, ordenó las cuentas y se dedicó -entre otras cosas- a construir poder. También hubo varios funcionarios que dijeron pavadas. El ministro de Salud Rubén Giacchi, anunció que no se nombrarían más médicos por paritarias y serían todos designados por concurso.
Por su parte, el ministro de Economía Enrique Vaquié, prometía crear 15 mil puestos de trabajo en blanco por año (casi 3 veces los que dicen que generará la minera San Jorge en la fase de construcción).
Así comenzó la gestión Cornejo, así comenzó la década cornejista.