Una joya de María Antonieta rompe récords en la subasta
El Marie-Thérèse Pink Diamond, una joya con un linaje real que se extiende por siglos, y que alguna vez perteneció a María Antonieta, se subastó en Nueva York por la asombrosa cifra de USD 14 millones.
El Marie-Thérèse Pink Diamond, una joya con un linaje real que se extiende por siglos, y que alguna vez perteneció a María Antonieta, se subastó en Nueva York por la asombrosa cifra de USD 14 millones.
La venta, realizada por Christie’s, superó con creces las expectativas iniciales de entre USD 3 millones y USD 5 millones, estableciendo un nuevo récord mundial tanto para un diamante rosa de fantasía como para una joya diseñada por Joel Arthur Rosenthal (JAR), quien transformó la piedra en un anillo con un motivo de flor de lis de diamantes.
La historia del diamante se remonta a la Revolución Francesa. Su nombre honra a Marie-Thérèse, la única hija sobreviviente de Luis XVI y María Antonieta. Se dice que, antes de su fallido intento de escape, María Antonieta confió sus joyas más preciadas a su peluquero, Léonard Autié, con la esperanza de recuperarlas. Sin embargo, el diamante finalmente llegó a manos de Marie-Thérèse, quien lo llevó consigo a través de su matrimonio con el duque de Angulema.
Descrito como una piedra de 10,38 quilates con forma de cometa y un singular tono púrpura-rosado, el diamante continuó su travesía por generaciones de la realeza europea. Pasó a la sobrina de Marie-Thérèse, Marie Thérèse de Chambord, quien a su vez lo obsequió a su propia sobrina, la reina Marie Theresa de Baviera, como regalo de bodas.
En 1996, los descendientes de la reina bávara vendieron el diamante en una subasta de Sotheby’s en Ginebra. En ese momento, la joya, que originalmente era parte de una tiara, estaba montada en una horquilla dentro de un estuche con el sello de A. E. Köchert, el joyero de la corte de la emperatriz Elisabeth de Austria. La reciente transformación a un anillo por JAR, con su diseño que evoca la heráldica francesa, ha fusionado la rica tradición de la gema con la creatividad contemporánea, aumentando aún más su atractivo.
Rahul Kadakia, jefe del departamento de joyería de Christie’s, enfatizó la inmensa importancia histórica de la gema, describiéndola como "un testimonio vivo de la historia europea" debido a su excepcional y documentada línea real. Además de su procedencia noble, la casa de subastas sugirió que el diamante "probablemente también sea de origen Golconda", refiriéndose a las legendarias minas indias, famosas por producir diamantes de pureza y brillo excepcionales.
A pesar de su notable venta, el Marie-Thérèse Pink Diamond no fue la pieza principal en la subasta "Magnificent Jewels" de Christie’s. Ese honor recayó en el Blue Belle, un collar de diamantes centrado en un zafiro de 392,52 quilates de Sri Lanka. El Blue Belle, con una historia vinculada a la realeza británica y una estimación de entre $8 millones y $12 millones, fue descrito por Kadakia como una de las gemas de color más prestigiosas en llegar al mercado en años. La fuerte demanda por el Marie-Thérèse Pink Diamond, superando casi tres veces su valor máximo estimado, reafirma el poderoso atractivo que las joyas con conexiones históricas y reales ejercen sobre los coleccionistas.