Un informe alerta que el cambio climático amenaza a los arrecifes de Brasil
Además de su importancia en el ecosistema, los arrecifes generan hasta 167.000 millones de reales para Brasil a través de servicios de protección costera y turismo.
Los arrecifes de coral, uno de los principales ecosistemas marinos del planeta, enfrentan graves amenazas en Brasil debido a los efectos del cambio climático, según el informe “Blanqueamiento de Corales y Cambios Climáticos”.
Elaborado por el Centro de Síntesis de Cambios Ambientales y Climáticos (Simaclim) y financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTI), el estudio revela que alrededor del 84% de estos ecosistemas han sido afectados, especialmente en la región Nordeste y en las Islas Oceánicas, donde las tasas de blanqueamiento superan el 90 por ciento, causando daños severos a la biodiversidad en Brasil.
Además de albergar aproximadamente el 25% de las especies marinas del país, los arrecifes desempeñan un papel fundamental en el equilibrio climático y ecológico, funcionando como barreras naturales que protegen contra tormentas y la erosión costera.
El blanqueamiento ocurre cuando los corales, bajo estrés por temperaturas elevadas, expulsan las algas que les proporcionan color y alimento. Sin estas algas, los corales pierden energía y se debilitan, lo que puede llevar a su muerte, especialmente en especies más sensibles.
Entre enero de 2023 y marzo de 2025, el 99,9% de las áreas de arrecifes en el océano Atlántico sufrieron estrés térmico. En 2024, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, siglas en inglés) informó sobre el cuarto evento global de blanqueamiento masivo de corales desde 1998, con impactos significativos en los océanos Pacífico, Índico y Atlántico.
Según el estudio, el 84% de los arrecifes mundiales resultaron afectados en ese período.
Beatrice Padovani, profesora de la Universidad Federal de Pernambuco (UFPE) y coordinadora del informe, señaló que los arrecifes cercanos a la costa “ya sufren impactos de origen terrestre, como sedimentación y contaminación” y enfatizó que “los esfuerzos deben redoblarse para garantizar la resiliencia de estos ecosistemas”.
Los arrecifes son vitales para la seguridad alimentaria y la economía de las comunidades costeras. Se estima que alrededor de un millón de pescadores artesanales dependen de estos ecosistemas, así como de manglares y praderas marinas, para mantener la productividad pesquera en aguas tropicales.
Además, los arrecifes generan hasta 167.000 millones de reales para Brasil a través de servicios de protección costera y turismo.
El informe destaca la necesidad de fortalecer la investigación científica con estudios de largo plazo, mejorar los sistemas de monitoreo, organizar y consolidar los datos y vincular la ciencia con las comunidades locales y políticas públicas.
Ana Paula Leite Prates, directora del Departamento de Océano y Gestión Costera del Ministerio del Medio Ambiente y Cambio Climático (MMA), indicó que “la creación e implementación de áreas marinas protegidas en zonas estratégicas, así como el fortalecimiento de las ya existentes, es urgente".
Estas medidas no solo restaurarán la capacidad del océano, sino que también permitirán que los ecosistemas desarrollen mayor resiliencia frente al cambio climático”.
El estudio identifica medidas prioritarias para proteger los arrecifes, entre ellas reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, crear y aplicar leyes ambientales responsables, implementar proyectos de recuperación y fortalecimiento de los arrecifes, adoptar soluciones basadas en la naturaleza para mitigar el calentamiento global y reducir la contaminación y sobrepesca que debilitan la resiliencia de estos ecosistemas.
El informe resalta la importancia de fortalecer las instituciones ambientales y los programas de restauración y educación ambiental.
Brasil participa en iniciativas globales sobre océanos, pero se requieren mayores inversiones en investigación y políticas públicas efectivas y amplias para proteger y restaurar estos ecosistemas críticos.