Trump aumentó 50% los aranceles a Brasil

Se queja por el juicio a Bolsonaro y también alega motivos económicos. Advirtió que los subirá otro 50% si Lula decide incrementar los impuestos que aplica a los productos estadounidenses.

INTERNACIONALES

La tensión entre Estados Unidos y Brasil, que se había agudizado estos días, escaló con fuerza este miércoles con reclamos políticos y una radical suba de aranceles por parte del presidente Donald Trump a la potencia sudamericana: a partir del 1 de agosto Estados Unidos le aplicará un 50% de aranceles a todos los productos brasileños que ingresen al país, una decisión que abren una guerra entre los dos gigantes del continente con gobiernos de distinto signo.

En una carta dirigida al presidente Lula Da Silva, donde mezcló razones políticas además de económicas, Trump fustigó a Brasil por el supuesto maltrato al ex presidente Jair Bolsonaro y reveló que aplicará la suba de aranceles, que va mucho más allá del promedio que aplica al resto de los países latinoamericanos, un 10%. La misiva fue publicada por el propio jefe de la Casa Blanca en Truth Social.

“Conocí y traté con el ex presidente Jair Bolsonaro, y lo respetaba mucho, al igual que la mayoría de los otros líderes de países. La forma en que Brasil ha tratado al ex presidente Bolsonaro, un líder muy respetado en todo el mundo durante su mandato, incluso por parte de Estados Unidos, es una vergüenza internacional. Este juicio no debería llevarse a cabo. ¡Es una caza de brujas que debería terminar INMEDIATAMENTE!”, escribió Trump en el comienzo de su carta.

“Debido en parte a los insidiosos ataques de Brasil contra las elecciones libres y los derechos fundamentales de libertad de expresión de los estadounidenses (como lo ha ilustrado recientemente la Corte Suprema de Brasil, que ha emitido cientos de órdenes de censura SECRETAS e ILEGALES a las plataformas de redes sociales de EE. UU., amenazándolas con millones de dólares en multas y desalojo del mercado brasileño de redes sociales), a partir del 1 de agosto de 2025, cobraremos a Brasil un arancel del 50% sobre todos y cada uno de los productos brasileños enviados a los Estados Unidos, separado de todos los aranceles sectoriales. Las mercancías transbordadas para evadir este arancel del 50% estarán sujetas a ese arancel más alto”, agregó el presidente.

“Además, hemos tenido años para discutir nuestra relación comercial con Brasil, y hemos llegado a la conclusión de que debemos alejarnos de la relación comercial de larga data y muy injusta engendrada por las políticas arancelarias y no arancelarias y las barreras comerciales de Brasil. Nuestra relación ha estado, por desgracia, lejos de ser recíproca”, continuó.

El presidente dio a entender que había sido "benévolo" con ese arancel: “Por favor, comprenda que el número del 50% es mucho menos de lo que se necesita para tener el campo de juego nivelado que debemos tener con su país. Y es necesario contar con esto para rectificar las graves injusticias del régimen actual. Como ustedes saben, no habrá arancel si Brasil, o las empresas dentro de su país, deciden construir o fabricar un producto dentro de los Estados Unidos y, de hecho, haremos todo lo posible para obtener aprobaciones de manera rápida, profesional y rutinaria, en otras palabras, en cuestión de semanas”.

Advertencia del jefe de la Casa Blanca

Advirtió además que si Brasil decide aumentar recíprocamente los aranceles en respuesta al 50%, habrá represalias. “Si por alguna razón decide aumentar sus tarifas, entonces, sea cual sea el número que elija aumentarlas, se agregarán al 50% que cobramos”.

“Por favor, comprenda que estos aranceles son necesarios para corregir los muchos años de políticas arancelarias y no arancelarias y barreras comerciales de Brasil, que causan estos déficits comerciales insostenibles contra los Estados Unidos. ¡Este déficit es una gran amenaza para nuestra economía y, de hecho, para nuestra seguridad nacional!”.

Sin embargo, Trump dejó una puerta abierta a una posible negociación: “Si usted desea abrir sus hasta ahora cerrados Mercados Comerciales a los Estados Unidos, y eliminar sus políticas arancelarias y no arancelarias y barreras comerciales, tal vez consideremos un ajuste a esta carta”.

El respaldo a Jair Bolsonaro

La tensión ya venía de antes y este miércoles tuvo consecuencias. Más allá de los aranceles, el gobierno de Brasil había citado este miércoles al representante de negocios de Estados Unidos en ese país para protestar contra el apoyo mostrado por la embajada estadounidense al ex presidente brasileño Jair Bolsonaro, quien enfrenta un juicio por intento de golpe de Estado.

El diplomático Gabriel Escobar -máxima autoridad en la embajada de EE.UU. en Brasilia, en ausencia de un embajador- fue convocado para dar explicaciones sobre una nota publicada el miércoles por la embajada estadounidense, en la que reitera el apoyo dado el lunes por Trump a Bolsonaro.

La convocatoria a Escobar ocurrió luego de esa embajada publicara una dura nota sobre el juicio contra Bolsonaro, que ya había sido criticado esta semana por Trump.

También refuerza "la declaración del presidente Trump" y agrega que la embajada sigue "de cerca esa situación" y que "no comenta sobre próximas acciones del Departamento de Estado en relación a casos específicos".

El texto de la embajada siguió el tono adoptado por Trump en mensajes que publicó el pasado lunes y en la noche del martes en su red Truth Social.

"Voy a estar muy atento a la CAZA DE BRUJAS contra Jair Bolsonaro, su familia y miles de sus seguidores. El único juicio que debería existir es el juicio de los votantes de Brasil - se llama una elección-. ¡DEJEN EN PAZ A BOLSONARO!", escribió el jefe de la Casa Blanca.

El primer mensaje de Trump motivó una inmediata respuesta de Lula, quien le dio carácter institucional al asunto y reaccionó mediante una nota oficial de la Presidencia.

"La defensa de la democracia en Brasil es un tema que compete a los brasileños. Somos un país soberano. No aceptamos interferencia o tutela de quien quiera que sea", afirmó Lula.

El ultraderechista Bolsonaro, quien gobernó entre 2019 y 2022, cuando coincidió durante dos años con el primer mandato de Trump, está acusado de haber planificado, junto a jefes militares y antiguos ministros, diversos planes para impedir la investidura de Lula tras la victoria del líder progresista en las elecciones de octubre de 2022.

Esa trama, según la Fiscalía, desembocó en el violento ataque del 8 de enero de 2023, cuando miles de bolsonaristas destrozaron las sedes de la Presidencia, el Parlamento y la Corte Suprema en Brasilia, y exigieron que las Fuerzas Armadas derrocaran al nuevo gobierno de centroizquierda.

El juicio cursa en la Corte Suprema, que el mes pasado concluyó la fase de instrucción del proceso, que se prevé que quedará listo para sentencia entre septiembre y octubre próximos.

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