"Si el Estado no apoya, crece el Estado narco paralelo al que le sobra plata"
El párroco de Santiago Apóstol y San Nicolás afirmó que en Mendoza el avance es peligroso, no sólo en el aumento del consumo; sino en las funciones que va relegando el Estado y son tomadas por narcos.
-También está el problema del avance narco, no sé si sucede también aquí en Mendoza tan fuerte como en otros lugares y si hay un retiro del Estado. ¿Ustedes qué perciben?
-La Conferencia Episcopal Argentina, luego de muchas reuniones, manifestaba nuestro arzobispo, el presidente de la Conferencia Episcopal, Marcelo Colombo, que nos ha afligido tantísimo lo de Rosario, y lamentablemente hay varios rosarios en Argentina. Vemos con estadísticas, como el consumo de droga, que está en todos los niveles sociales, en todas las edades, pero lo preocupante es que está disminuyendo la edad, chicos de 10, 11 y 12 ya están iniciándose en alguna adicción, no solo de sustancias peligrosas, sino también de ludopatía con el celular, con los jueguitos en redes. Hay adicciones, que como dice el texto de la Conferencia Episcopal, mata a las personas en su interior, les quita la esperanza y les rompe un proyecto de vida.
-Pero nos preocupa el avance narco más allá del aumento del consumo. ¿Se da acá en Mendoza que los chicos dejan el supuesto trabajo que les da el puntero político para ir a vender droga porque ganan más dinero?
-Sí, una de las una de las líneas es esa. La otra es el contagio entre niño y niño, es también por muchas causas. Lo que está faltando, y esto es lo que piden los obispos en el país, es el apoyo estatal a todas las organizaciones intermedias que están gestionando esto. Llega un momento que tiene que haber un respaldo estatal y un apoyo a políticas para evitar situaciones que no queremos y que están relacionadas con los problemas del narcotráfico porque sino se hace un Estado paralelo gestionado por el narcotráfico, al que le sobra, además de droga, dinero.
-Dicen que hay muchos barrios donde no entra el Estado, no entra la policía. ¿Por qué la Iglesia puede seguir entrando? ¿Por qué cree que siguen teniendo un lugar respetado en esos barrios?
-Porque caminamos con ellos, caminamos con ellos con honestidad. Porque queremos ayudarlos a promoverlos, a dignificarlos, a abrir horizontes en su vida, que superen el dolor. Queremos que se revinculen, queremos que aporten positivamente a la sociedad y que podamos convivir todo en paz con seguridad. Si nos alejamos los marginamos, los estigmatizamos. Por eso y volviendo a la situación de las personas en situación de calle, antes de quitarle el colchón o la frazada, hay que hablar con ellos, hay que buscar alternativas, no puede ser lo primero maltratarlos, no puede ser lo primero. Este es el abordaje con rostro humano que tenemos que tener ante esta situación que es muy más crítica. Creo que ahí es donde tiene que estar el Estado también, con sus cuadros intermedios, porque por ahí el funcionario pasa y define algo; pero los que tienen que ejecutar la medida no lo hacen.
- ¿Cómo se resuelve?
-Ojalá que esta crisis ayude a encontrarnos, fíjense en el comunicado. Volver a dialogar decimos. Todos tenemos que dialogar. En una democracia, es fundamental un marco legal adecuado. Y en eso creo que la Legislatura podría apoyar mucho. Estamos haciendo, lo que podemos hacer nosotros.