Según el Indec, Cuyo es una de las regiones más baratas del país para ir al supermercado

Hay brechas cercanas al 100% en algunos productos. Cuáles son las causas y cuáles son los valores en góndola.

Sólo el noreste del país tiene una canasta de productos más económica que Cuyo
ECONOMIA

La inflación está desacelerando, eso es un hecho; pero lo cierto es que los precios siguen avanzando e ir al supermercado es cada vez más caro, en cualquier parte del país donde uno se encuentre. Lo llamativo, es que los precios no son los mismos en las diferentes regiones. Según el Indec, hay productos con brechas de hasta 109% entre un punto de la Argentina y otro. En ese contexto, llama la atención el caso de Cuyo, por ser una de las zonas más económicas. 

El organismo de estadísticas releva mensualmente los precios de una canasta de 14 productos en las diferentes regiones del país. En ese contexto, se advierte que la región de Cuyo, es la segunda más barata, sólo detrás del noreste. En total, la suma total de todos los artículos relevados por el organismo, dan como resultado un valor de $30.871 en la región del Noreste, de $32.425 en Cuyo, de $32.673 en el Noroeste, de $33.166 en el  Gran Buenos Aires, de $34.349 en la región Pampeana y de $41.293,31 en la Patagonia. 

¿Qué productos componen la canasta? La mayoría son alimentos, pero hay también algunos artículos de limpieza y perfumería. Entre los productos con mayor disparidad de precios figura el pan francés, que cuesta $1.993,65 en Cuyo y más de $3.400 en el Gran Buenos Aires (GBA), una diferencia de 71%. No es el único caso: el arroz blanco simple tiene una brecha aún mayor. Mientras en el Noreste se consigue por $1.217,21, en la región Pampeana alcanza los $2.224,20, lo que representa una diferencia del 82,8%.

La Patagonia, en tanto, aparece sistemáticamente como la región más cara del país. Allí, el precio total de los 14 productos relevados asciende a $41.293, más de $10.000 por encima de lo que cuesta la misma canasta en el Noreste. En esa región del sur, se destacan precios como los $4.394 por docena de huevos —un 52% más que en el Noreste— y los $3.326 que cuesta el detergente líquido de 750 cc, casi el doble que en Cuyo ($1.605).

En contraste, el Noreste se posiciona como la zona más barata. Allí se consiguen precios mínimos en productos clave como el pollo entero ($3.546,76), la leche fresca en sachet ($1.482,63) y el jabón de tocador de 125 g ($956,18). También es la región con la carne picada común más económica, a $6.238,37 el kilo, frente a los $7.926,53 que se pagan en la Patagonia.

Una particularidad del caso de Cuyo es que, aunque tiene algunos precios superiores al promedio —como el pollo entero ($4.076,69) o el azúcar ($1.042,54)—, logra mantenerse como una de las zonas más económicas en términos agregados. En productos como los fideos secos tipo guisero (500 g), lidera como la región más barata con $1.339,05.

En términos generales, las regiones del centro del país (GBA y Pampeana) muestran una estructura de precios intermedia. El GBA, por ejemplo, presenta precios relativamente altos en pan, carne y aceite, pero valores más bajos en artículos de limpieza como lavandina ($1.168,21) o jabón de tocador ($987,88).

Esta situación evidencia que, aunque la inflación se desacelera, el impacto en el bolsillo de los consumidores sigue dependiendo fuertemente de dónde viven. Las diferencias regionales en costos logísticos, estructuras impositivas y dinámicas de mercado siguen generando distorsiones de precios que, en algunos casos, superan el 100%.

Las causas detrás de las brechas

Consultado por las razones detrás de las diferencias regionales de precios, el economista Sebastián Laza, asesor del Ministerio de Economía de Mendoza, apuntó que uno de los principales factores es el poder adquisitivo de la población. “En los lugares donde hay más poder adquisitivo la gente tiende a pagar más por un producto, y en los lugares donde hay menos poder adquisitivo se paga un poco menos”, explicó. Según Laza, en regiones como la Patagonia inciden también los costos de transporte y los niveles salariales más elevados, mientras que zonas como Cuyo presentan ingresos por debajo del promedio nacional, lo que puede influir en el comportamiento de la demanda.

“Esto es una muestra de pocos productos; para que sea más representativa habría que ampliarla”, aclaró el economista. Y agregó: “No estoy diciendo que Cuyo sea pobre, pero sí hay que diferenciar entre regiones con mayor y menor poder adquisitivo”.

Por su parte, el economista Carlos Rodríguez subrayó la importancia de otros componentes que pueden incidir en los precios, como el grado de informalidad laboral, la estructura de comercialización y las distancias respecto de los centros de producción. “En la medida en que hay estructuras más oligopólicas, es posible que el coeficiente de ganancia en esos lugares sea mayor”, señaló. También mencionó la existencia de economías de escala, que permiten abaratar costos cuando el volumen de transacciones es mayor, y reiteró que el transporte tiene un rol clave en regiones alejadas como la Patagonia.

Ambos especialistas coincidieron en que se trata de una problemática compleja, que requiere análisis más detallados por producto y región para entender a fondo las causas detrás de la dispersión de precios que afecta el bolsillo de los argentinos.

 

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