Murió el actor Héctor Alterio a los 96 años
Héctor Alterio falleció a los 96 años en Madrid, de causas naturales, según el comunicado que compartió su familia.
Héctor Alterio falleció a los 96 años, según el comunicado que compartió su familia en donde confirmaron la pérdida del intérprete que alcanzó a filmar más de 150 películas.
El mundo del espectáculo se vistió de luto, después de que Alterio falleciera este sábado en Madrid.
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Dejó un legado artístico monumental que abarca más de 7 décadas en cine, teatro y televisión. Su partida, anunciada por su familia, pone fin a una vida dedicada al arte, marcada por el compromiso, el talento y una inconfundible presencia escénica.
En el escrito con el que comunicaron el fallecimiento se señaló que Alterio transitó “una vida larga y plena dedicada a su familia y al arte, estando activo profesionalmente hasta el día de hoy”.
De Buenos Aires al exilio
Nacido en Buenos Aires en 1929, Alterio comenzó su camino artístico muy joven, debutando en teatro en 1948. Fue cofundador de la compañía Nuevo Teatro en los años 50, clave en el movimiento del teatro independiente y la renovación de la escena argentina.
Su salto al cine en los años 60 y 70 lo consagró como una figura fundamental.
Sin embargo, su compromiso con proyectos que abordaban temas sociales y políticos, como La Patagonia rebelde (1974), lo convirtió en blanco de amenazas de la organización paramilitar Triple A.
En 1975, un viaje al Festival de San Sebastián se transformó en un exilio forzado que lo llevó a radicarse en España, donde no solo continuó su carrera, sino que la expandió, convirtiéndose en un puente cultural entre ambos países.
"Su voz, su dicción inconfundible y su presencia austera pero cargada de intensidad quedaron asociadas a algunas de las películas más emblemáticas de la historia nacional"
Filmografía emblemática y personajes inolvidables
La filmografía de Alterio supera las 150 producciones, destacándose en ambos lados del Atlántico.
Su talento le valió premios como el Goya de Honor de la Academia de Cine de España (2004) y el Cóndor de Plata a la Trayectoria en Argentina (2008).
Entre sus títulos más representativos se encuentran:
- La Tregua (1974): su papel como el sensible y solitario Martín Santomé, que registra en su diario el reencuentro con el amor, es uno de los más recordados del cine argentino.
- Cría Cuervos (1976): un hito del cine español dirigido por Carlos Saura, donde Alterio interpreta al padre de la protagonista.
- El Crimen de Cuenca (1979) y El Nido (1980): Dos películas claves de su etapa en España, demostrando su versatilidad y su rápida adaptación al cine ibérico.
- La Historia Oficial (1985): ganadora del Oscar a la Mejor Película Extranjera, Alterio interpretó al esposo de la protagonista, un hombre con un pasado turbio vinculado a la dictadura.
- Tango Feroz (1993): Héctor Alterio como Lobo (quien participó junto a su hijo Ernesto en la película)
- El Hijo de la Novia (2001): en esta comedia dramática, su rol de Nino, el padre con Alzheimer que desea volver a casarse con su esposa, brindó momentos de profunda ternura y humor, siendo aclamado por la crítica y el público.
Escenas que quedan en la memoria
Héctor Alterio fue un maestro de la contención emocional, capaz de transmitir una profunda humanidad o una inquietante frialdad con una mirada o un gesto.
- La declaración de amor en La Tregua: la sutil y emotiva forma en que su personaje, Santomé, vive el breve y tardío romance con Laura, especialmente en las escenas donde se confiesa a sí mismo a través de su diario.
- El padre con alzheimer en El Hijo de la Novia: la escena donde Nino (Alterio) se emociona hasta las lágrimas al reconocer a su esposa, Norma (Norma Aleandro), o su obstinación tierna por cumplir la promesa de un nuevo casamiento, son momentos cumbre de su carrera.
- El general sanguinario en La Patagonia Rebelde: como el Coronel Varela, Alterio construyó un villano creíble y aterrador, que encarna la brutalidad del poder.
- Caballos salvajes (1995): allí como José protagonizó una de sus escenas más recordadas cuando grita "la puta que vale la pena estar vivo"
Hasta el final de su vida, Alterio se mantuvo activo, girando con su obra teatral de tintes autobiográficos, Una pequeña historia, un testimonio de su vínculo íntimo con el teatro.
Con su partida, se despide una figura ética e imprescindible, un artista que supo atravesar fronteras y generaciones, dejando una huella imborrable en la cultura de habla hispana.