Los secretos de expertos para cuidado del espatifilo

Con estos cuidados del espatifilo proporcionados por expertos, tu planta prosperará, llenando tu hogar de verdor y elegancia.

El espatifilo es una planta que ama la humedad.
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El espatifilo, popularmente conocido como lirio de la paz, es una de las plantas de interior más apreciadas por su elegante follaje verde brillante y sus distintivas flores blancas en forma de espata, que no solo embellecen cualquier espacio, sino que también son reconocidas por sus propiedades como purificadora de aire.

Sin embargo, para que esta hermosa planta prospere y florezca abundantemente, es fundamental conocer los cuidados del espatifilo que recomiendan los expertos.

Luz: el equilibrio perfecto

Uno de los pilares del cuidado del espatifilo es la luz. Contrario a lo que algunos piensan, el lirio de la paz no necesita sol directo. De hecho, la exposición directa al sol puede quemar sus hojas y dañar sus flores. Los expertos aconsejan ubicarlo en un lugar con luz indirecta brillante. Un sitio cerca de una ventana orientada al norte o en una habitación bien iluminada pero sin sol directo es ideal. Si las hojas se vuelven amarillas, podría ser exceso de luz; si no florece, quizás le falte.

Riego y humedad: claves para su bienestar

El espatifilo es una planta que ama la humedad. El riego debe ser constante pero sin encharcar. La regla de oro es regar cuando la capa superior del sustrato esté seca al tacto. Un signo claro de sed es cuando sus hojas comienzan a marchitarse ligeramente, recuperándose rápidamente tras el riego. Es crucial evitar el exceso de agua, ya que puede provocar la pudrición de las raíces.

Además del riego, la humedad ambiental es vital. Los expertos sugieren rociar sus hojas con agua tibia regularmente, especialmente en ambientes secos o durante el invierno con calefacción. Colocar la maceta sobre una bandeja con guijarros y agua (sin que la base de la maceta toque el agua) también ayuda a crear un microclima húmedo.

Temperatura y sustrato: factores adicionales

Mantener una temperatura constante entre 18° y 25° es lo ideal para el espatifilo. Evitá las corrientes de aire frío y los cambios bruscos de temperatura. En cuanto al sustrato, prefiere mezclas ricas en materia orgánica y con buen drenaje. Un abonado ligero cada dos o tres meses durante la primavera y el verano favorecerá su crecimiento y floración.

Con estos cuidados del espatifilo proporcionados por expertos, tu planta de interior no solo sobrevivirá, sino que prosperará, llenando tu hogar de verdor y elegancia.

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