La verdad detrás del vínculo con China: pocos dólares y mucha propaganda
Las estadísticas oficiales muestran que, pese al crecimiento ocasional durante la pandemia, las exportaciones mendocinas a China no lograron consolidarse.
Durante mucho tiempo se habló de la gran oportunidad que representaba para Mendoza la apertura comercial de China. El gigante asiático puso el ojo en productos de elaboración local y por varias temporadas importó mercadería mendocina. Sin embargo, las estadísticas oficiales muestran que la tendencia no se mantuvo a lo largo del tiempo. Lejos de consolidarse, los envíos de muchos productos cesaron por completo o disminuyeron de forma pronunciada.
Para entender qué pasó en el mercado chino, es necesario analizar los números a fondo. Según estadísticas elaboradas por ProMendoza, en base a datos de DEIE, la provincia pasó de exportar USD 20,2 millones a China en 2015 a USD 24,4 millones en 2024. En el medio logró algunos picos de rendimientos, como en 2022, cuando registró una facturación de USD 66,5 millones, pero lo cierto es que la comparación punta a punta muestra un escenario poco alentador. Repasando, en el período analizado las exportaciones aumentaron sólo USD 4,2 millones a ese destino.
En lo que se refiere a volumen, sí hubo un salo más que considerable. En 2015 se exportaban 6,3 millones de kilogramos netos de mercadería mendocina a China y nueve años más tarde, en 2024, la cifra ascendió a 88,7 millones de kilos, lo que representó un muy marcado crecimiento del 1.296%.
Ahora bien, si se mira con un poco más de detalle, se encuentran algunas situaciones que cambiar por completo el panorama. Es que tanto la mejora en valor como el aumento en volumen son consecuencia del ingreso al mercado de sólo una o dos empresas, que se encuentran contempladas en las estadísticas bajo el rubro de "secreto fiscal" (Cuando hay menos de tres compañías exportadoras dentro de un mismo rubro, se las coloca como "secreto fiscal", porque de lo contrario sería muy fácil de identificarlas en forma individual).
Por eso, resulta interesante volver a analizar los resultados de exportaciones, pero esta vez dejando de lado del ítem de "secreto fiscal". Sin contar a la o las empresas protegidas en esa categoría, los números son alarmantes. Mendoza pasó de vender a China USD 20,2 millones en 2014 a USD 10 millones en 2024. Es decir que de punta a punta los envíos en facturación cayeron a la mitad.
En volumen la diferencia es mucho más drástica, ya que el paso fue de 6,3 millones de kilos exportados en 2024 a apenas 2,4 millones de kilos en 2025, lo que se traduce en una contracción del 61%. Los otros 86,2 millones de kilos que no son tenidos en cuenta en el cálculo, son propiedad de una o dos firmas exportadoras.
Los que ya no venden a China
Como se puede observar, la llegada de Mendoza a China es un privilegio de muy pocos actores. Cuando se mira la evolución de los diez años, se observa que varios productos dejaron de exportarse en ese período. En 2015, Mendoza le vendía a China productos como peras, aceite de oliva, frutos secos; hoy, nada de eso está entrando al gigante asiático.
Entre las Manufacturas de Origen Industrial (MOI, se dejó de exportar cobre, materias plásticas, papel, cartón, máquinas y vidrio, entre otros rubros.
Merece una mención aparte el vino, que mantenía una tendencia creciente hasta el 2021, pero que luego comenzó a caer de forma pronunciada y se desplomó en los años siguientes. En detalle, Mendoza vendía USD 18,3 millones de vino a China en 2015, luego ascendió a USD 23,8 millones en 2021 y finalmente se desplomó hasta los $8,1 millones en 2024. De punta a punta, se observa una retracción del 55%.
La lectura del mercado
El análisis de los especialistas confirma que los números de los últimos años responden a factores coyunturales y estructurales.
Fernando Urdaniz, coordinador de Promoción Comercial de ProMendoza, explicó que la evolución de las exportaciones hacia China estuvo marcada por picos y caídas abruptas. “Si miramos el período 2015-2024, vemos que no hubo grandes cambios: pasamos de 20 millones de dólares a casi 25 millones. Hubo un crecimiento en pandemia, con un récord de 60 millones en 2022, producto del encierro y el mayor consumo de vinos. Pero después el mercado se estoqueó demasiado y el consumo empezó a caer”, señaló.
En particular, el vino fue el motor de la relación comercial. “En 2015 representaba unos 18 millones de dólares sobre el total exportado, y hoy está en torno a los 8 millones. Los compradores todavía tienen stock acumulado y hasta que no lo coloquen, no habrá nuevas compras significativas. Sin embargo, China es uno de los mercados con mayor potencial de crecimiento, a diferencia de Estados Unidos o la Unión Europea, que ya están saturados”, remarcó.
Urdaniz consideró que la coyuntura argentina también juega un papel determinante. “Los costos de logística y viajes complican la estrategia de internacionalización, pero seguimos trabajando para fortalecer la presencia de los vinos mendocinos. Si China logra estabilizar su economía y mejorar los ingresos de sus consumidores, puede volver a ser un motor clave para la vitivinicultura local”, afirmó.
Por su parte, Mario Bustos Carra, gerente general de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, puso el foco en las limitaciones internas de la economía argentina. “La caída de las exportaciones es un tema que preocupa. Hay cuestiones climáticas que afectan a la base agroindustrial, pero lo más grave es la falta de un plan económico sostenido. Después de 20 años sin una estrategia clara, se nota la falta de inversión y el reemplazo de tierras productivas por emprendimientos inmobiliarios”, advirtió.
El dirigente también destacó el impacto de la presión tributaria y de la legislación vigente. “Según un estudio de Copal, el promedio de impuestos que enfrenta el sector de Alimentos y Bebidas es del 50%. A esto se suma una capacidad industrial ociosa cercana al 40%. Son datos que muestran por qué caen nuestras exportaciones”, dijo.
De cara al futuro, Bustos Carra planteó que el camino de salida pasa por medidas estructurales. “El gobierno nacional debe implementar reformas, controlar la inflación y simplificar el comercio. Sólo así se podrá revertir esta tendencia y recuperar la competitividad perdida”, concluyó.
¿Te importa la verdad?
Te importa la verdad, así dice el slogan de campaña de cornejistas y libertarios. Bueno, ahí va la verdad. A fines del 2018, el entonces ministro de Economía de Mendoza, Martín Kerchner, realizó una misión comercial a China. Por esos días se definía si el candidato a suceder al gobernador Cornejo era él o Rodolfo Suárez, tan convencido estaba Kerchner que iba a ocupar el sillón de San Martín que hasta se compró trajes en el país oriental para la campaña.
En el 2019, también viajaron a China Cornejo y Suárez. Ahora, la semana pasada, Kerchner en su carácter de presidente provisional del Senado, recibió a una delegación China y dijo: "La llegada de esta delegación es una muestra concreta del interés internacional por Mendoza. Estamos trabajando para que nuestras empresas accedan a nuevos mercados", dijo el candidato a senador que busca renovar su banca para cumplir 8 años en el Senado. Ahí tienen los resultados de las misiones, en el 2018 se exportaban 26 millones de dólares a China, en el 2024 se vendieron 24. Ahí está la verdad. ¿Les importa la verdad?