La UCA cuestionó el índice de pobreza por fallas metodológicas
Sin negar el descenso, señalan que ante la desaceleración inflacionaria la medición de la pobreza por ingresos tiende a ser menos precisa. Agregan que la caída de la pobreza es real, pero su magnitud se encuentra sobrerrepresentada. Piden que se actualicen las canastas.
Luego de conocerse los datos de pobreza e indigencia difundidos por el Indec, el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), indicó que sin desconocer la mejoría de los índices, hay fallas metodológicas debido a que se captan ingresos laborales y no laborales por la EPH y las canastas están realizadas en base a la estructura de consumo del 2004-2005, las que al no ser actualizadas genera una sobrerrepresentación sobre la magnitud de la caída de la pobreza.
El texto difundido indica que "según el reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), las tasas de pobreza e indigencia en los principales centros urbanos correspondientes al primer semestre de 2025 se habrían ubicado en 31,6% y 6,9% de la población, respectivamente. Estas cifras implican una reducción significativa respecto del 52,9% y 18,1% registrados un año atrás, descenso que se habría concentrado principalmente a partir del tercer trimestre de 2024".
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"Esta buena noticia debe interpretarse en el marco de un proceso de estabilización macroeconómica caracterizado por la desaceleración de la inflación y por un menor incremento en los precios de los bienes que integran las canastas básicas de consumo en comparación con el índice general. Este cambio en los precios relativos alivió el gasto de los hogares más vulnerables y favoreció una recuperación estadísticamente verificable en los indicadores de ingresos y pobreza frente a la crítica situación de finales de 2023 y comienzos de 2024".
"No obstante, es importante diferenciar entre el fenómeno de la pobreza y su instrumento de medición. En contextos de alta volatilidad, tanto por fuertes incrementos en los precios como ante la desaceleración inflacionaria, la medición de la pobreza por ingresos tiende a ser menos precisa. Un análisis más cuidadoso de la serie estadística oficial sugiere que, aunque la caída de la pobreza es real, su magnitud se encuentra sobrerrepresentada".
"Ello se explica, en primer término, por una mayor captación neta de ingresos laborales y no laborales por parte de la Encuesta Permanente de Hogares (Indec), derivada tanto de cambios en el cuestionario como de un mejor registro en un escenario de menor inflación. Este avance metodológico, que debe ser valorado positivamente, condiciona, no obstante, la comparabilidad con series de ingresos, indigencia y pobreza previas".
"A su vez, se explica por la persistencia en la utilización de canastas básicas construidas sobre la estructura de consumo de 2004-2005, no actualizadas a la información de 2017-2018. Durante 2024, en un escenario de fuerte recomposición de tarifas y de precios regulados, dicha desactualización limita la capacidad de la medición para reflejar con precisión la situación efectiva de los hogares".
"En consecuencia, y sin desconocer que se evidencian mejoras, corresponde advertir que los datos oficiales sobrerrepresentan la magnitud del alivio social. Para corregir parte de este sesgo en la evolución de los indicadores de pobreza, el Indec debería acelerar la actualización de las canastas de referencia, evaluar el impacto de los cambios en los instrumentos de captación de ingresos y transparentar su efecto sobre las series históricas".
"Solo así se podrá contar con indicadores más consistentes que den cuenta de los logros, pero que también puedan representar más claramente la persistencia de problemas estructurales de inclusión económica, laboral y social en la Argentina".