La presidente del Concejo hizo zafar a Burgoa
Desempató la votación que logró seis votos a favor y seis en contra del despacho que indicaba no avanzar con el pedido de remoción.
La presidente del Concejo Deliberante de Guaymallén, Verónica Cancela, desempató la votación que logró seis votos a favor y seis en contra del despacho de la Comisión de Interpretación Normativa que indicaba no avanzar con el pedido de remoción del concejal Migueas Burgoa, quien manejaba alcoholizado cuando volvía de la Fiesta de la Ganadería en General Alvear. También ayudó la concejal de La Unión Mendocina (LUM), Sonia Sedano. Tanto el bloque radial como el de LUM, no tuvieron una postura uniforme y cada edil votó de distinta manera.
Por rechazar el despacho de la comisión que impide remover a Burgoa votó: José Pozzoli (Frente de Todos), Pedro Bastías de Mejor Mendoza, Juana Allende, presidente del bloque radical, Jonathan Mazuela (UCR), Cristina Vargas(UCR) y Ezequiel Morales de La Unión Mendocina.
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Por aceptarlo votó la presidente del Concejo, Verónica Cancela, Miqueas Burgoa, Ezequiel Genovese, Florencia Triviño, Matías Fernández por el radicalismo y Sonia Sedano de La Unión Mendocina.
Pozzoli, quien presentó el pedido de remoción de Burgoa, fundamentó su voto explicando que hay que investigar los supuestos delitos penales de Burgoa, al resistirse a la autoridad y a la influencia que quiso ejercer que está en el acta policial y diferenció estos asuntos de la contravensión que fue manejar alcoholizado. “Pagando la multa no se termina con la investigación, que debe hacer la justicia, sobre autoridad y chapeo. Es llamativo que Burgoa la semana pasada dijo que se constituyera la Comisión para investigarlo y ahora la rechaza. Acá también hay un problema ético, con las posturas del gobernador Cornejo, del intendente Calvente y del presidente de la UCR, Andrés Lombardi”.
También dijo que “es llamativo que en Google si se busca Guaymallén lo primero que aparezca sea ‘concejal borrachín’. Por cosas menores el ex intendente Marcelinio Iglesias le pidió la renuncia a tres concejales. Ahora ese mismo intendente, está mandando a su infantería a votar para que no lo remuevan a Burgoa porque no lo quiere a Calvente, es una interna que nos impide avanzar en otros temas. Digo infantería porque mandaban a adolescentes a pelear y eran carne de cañón, tenían mucha fuerza física y poco conocimiento, atrás venía la caballería y el comando, ahora el comando está en la calle Patricias”, en referencia al Senado provincial, cuerpo al que pertenece Iglesias. “Esta infantería va a terminar no defendiendo no una causa, no un modelo de gestión, si no a un concejal borrachín. Por eso era necesario constituir la Comisión, para que Burgoa se defendiera y saber qué pasó en 15 días. Burgoa nos mintió otra vez, quería la comisión la semana pasada y ahora no la vota”, cerró Pozzoli.
El concejal Bastías, también votó en contra del despacho y preguntó: “¿Qué se esconde para rechazar esta comisión?” y agregó “Terminen con los intereses individuales, ¿Con qué cara se harán las campañas para que la gente no maneje alcoholizada si se defiende a Burgoa?”.
Ezequiel Genovese, presidente de la Comisión de Interpretación Normativa, mantuvo su postura y votó a favor del despacho para rechazar la remoción de Burgoa. En la sesión le respondió a Bastías al decir que “En el Concejo no se esconde nada, se muestra la inoperancia del concejal porque hizo un pedido que no cumple con los requisitos legales para avanzar. Si avanzo, yo no cumplo con la ley. Quince días estuvo el expediente en comisiones, los dos concejales estuvieron y no sumaron ningún papel. Se agregó la sentencia del juez donde se culpaba a Burgoa de una contravención. ¿Quieren ir contra la sentencia de un juez?”.
Y llegó el turno del concejal Burgoa, quien solo se limitó a descalificar a Pozzoli por su denuncia, por su pertenencia partidaria e ideológica y ratificó que seguirá en su banca. “El peronismo y el kirchnerismo son los que tienen que dar explicaciones. Pozzoli es un cara dura” y leyó artículos periodísticos sobre Pozzoli. “Sigo hablando con los vecinos. Esto se fue de las manos, es un circo que él impusla y en las comisiones no dice nada porque habla por los medios. Sigue negando el estado legal, aparte de mentiroso es burro porque no puede presentar un proyecto que no está fundamentado. El quiere un circo como hace el kirchnerismo. Lamento esta situación y estas cosas, no me voy autoflagelar, voy a seguir trabajando para los guaymallinos que me votaron para este mandato”.
Por su parte la presidente del Concejo, Verónica Cancela, voto a favor de no avanzar con la remoción de Burgoa y aclaró que en el bloque no hay internas. “Hay un bloque que apoya esta gestión y no se esconde nada. Mi voto es afirmativo, una cosa es que renuncie Burgoa y otra que se lo remueva si no están los fundamentos para hacerlo”.
Por esa línea también fue la edil de La Unión Mendocina, Sonia Sedano, quien afirmó que sus asesores jurídicos vieron el proceso y por eso voto a favor del despacho para no avanzar con la remoción “porque en la comisión no se llevaron pruebas suficientes”.
Exequiel Morales, presidente del bloque de La Unión Mendocina, no votó igual que Sedano. “Esta novela que nos ha traído el oficialismo al Guaymallén no es entretenida y socava la institucionalidad. Voy a acompañar a Pozzoli para que resuelvan. Júntense los oficialistas y tráiganles una solución a los vecinos, mi voto es negativo”, dijo en la sesión.
La presidente del bloque radical, Juana Allende votó en contra del despacho pero no fundamentó su postura, lo mismo hizo el edil Jonathan Mazuela, ambos no estuvieron presentes en la Comisión que lo elaboró. Tampoco explicó su voto negativo la concejal Cristina Vargas.
A favor del despacho y sin fundamentar votó Florencia Triviño y Matías Fernández
Empatados seis a seis, Cancela mantuvo su postura y Burgoa pudo estar más tranquilo y festejar haber zafado del pedido de remoción.
El martes pasado, en la Comisión de Interpretación Normativa, tres concejales radicales, Ezequiel Genovese, Matías Fernández y Florencia Triviño, entendieron que el pedido de remoción no cumplía con los requisitos formales de los artículos 66, 67, 68 y 69 de la Ley Orgánica Municipal. Dos concejales radicales no asistieron, Juana Allende y Jonathan Mazuela; mientras que la edil radical Cristina Vargas no acompañó el despacho. Por su parte, la concejal de La Unión Mendocina, Sonia Sedano, tampoco estuvo a favor de lo dispuesto por los tres radicales pero en el recinto votó a favor del despacho llevando la votación a empate y logrando luego -también con el voto de Cancela-, que no se iniciara el proceso de remoción de Burgoa.
Por aceptar el depacho que rechazaba la remoción votó:
La presidente del Concejo, Verónica Cancela (UCR).
Miqueas Burgoa (UCR)
Ezequiel Genovese (UCR)
Florencia Triviño (UCR)
Matías Fernández (UCR)
Sonia Sedano (LUM)
Por rechazar el despacho de la comisión que impide la remoción de Burgoa, votó:
José Pozzoli (Frente de Todos)
Pedro Bastías de Mejor Mendoza
Juana Allende, presidente del bloque radical.
Jonathan Mazuela (UCR)
Cristina Vargas(UCR)
Ezequiel Morales de La Unión Mendocina.
Al estar seis a seis votó Cancela otra vez a favor del dictamen y así Burgoa logró no ser investigado.