En menos de un año, el billete de $10.000 ya perdió un 21% de poder de compra
Las subas de precios erosionaron el poder adquisitivo del “papel” que salió a circulación en mayo de 2024
El 7 de mayo de 2024 el Banco Central puso en circulación el billete de $10.000, con el fin reducir la cantidad de “papeles” emitidos y simplificar la tenencia de efectivo. Un año más tarde, el billete sigue ganando terreno en las billeteras de los argentinos, pero ya no tiene el mismo poder de compra que al momento de su lanzamiento. Con la inflación de por medio, la capacidad de pago de los $10.000 se redujo un 21%.
Para llegar a ese número, El Medio analizó la evolución de los precios de los productos de la canasta básica que mide mensualmente el Indec para controlar la inflación en Cuyo. Se trata en total de 14 artículos, entre alimentos y productos de limpieza, que en forma conjunta costaban $24.928,24 en mayo de 2024 y hoy salen $31.442,13.
Así, se puede calcular que, al momento de su lanzamiento, un billete de $10.000 alcanzaba para comprar 0,40 veces dicha canasta y hoy (el dato más reciente es de marzo) permite adquirir 0,32 veces el mismo grupo de artículos. Parece una diferencia pequeña, pero no lo es. La brecha porcentual entre un momento y otro es del 21%, lo que significa que el billete ya perdió un quinto de su poder de compra.
Esto genera una preocupación más para el Gobierno y le pone paños fríos al discurso de “inflación a la baja”. Cabe recordar, además, que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) frenó su tendencia de desaceleración y ya acumula dos meses con subas en su valor mensual. Todo indica que, en abril, devaluación mediante, el escenario de incrementos se profundizará.
En diálogo con El Medio, el economista Raúl Mercau analizó el impacto de este fenómeno en la política monetaria y en la economía real. “En el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), hay un compromiso de déficit cero y de nula emisión monetaria para financiar al Tesoro. El Gobierno podrá emitir, pero no por la pérdida del poder adquisitivo del billete nominal, sino en función de la política cambiaria”, explicó. En este sentido, recordó que cuando el dólar cruce por debajo de los $1.000, el Banco Central comprará dólares y sacará pesos al mercado. “Eso contribuirá a la monetización”, apuntó.
Por el contrario, indicó, cuando el dólar supere los $1.400 el BCRA tendrá que vender dólares y, en ese caso, estará absorbiendo dinero. “Así sacará los pesos del mercado y habrá una reducción de la base monetaria. De esa manera, podrá controlar de cierta manera los precios, aunque suba el dólar”, analizó.
Mercau también fue enfático al señalar que “de ninguna manera la pérdida de poder de compra del billete nominal implicará imprimir más, porque no es parte de la política monetaria actual”. Según el especialista, la relación que existe entre la evolución de la inflación y el poder adquisitivo tiene más que ver con la dinámica de los precios y la evolución de los salarios, que con la cantidad de billetes en circulación. “Esta dinámica va a influir en el consumo”, aclaró.
La diferencia por producto
Cuando se mira un poco más a fondo y se observan las diferencias de cada producto de la canasta publicada por el Indec, se encuentra que algunos artículos tienen brechas mucho más grandes que el promedio.
El caso que más se destaca es el de la papa, cuyo valor por kilo saltó de $687,93 a $1.131,59 en el período analizado. Con ese aumento del 64%, el poder de adquisición cayó notablemente. Con un billete de $10.000 se podían comprar en mayo de 2024 un total de 14,54 kilos de papa; hoy, alcanza sólo para 8,84 kilos. De todas formas, se debe tener en cuenta que las frutas y verduras tienden a tener variaciones de precio muy marcadas en períodos de tiempo cortos, debido a las constantes fluctuaciones entre la oferta y la demanda. Por eso, no es imposible que dentro de algunos días el precio baje y se acomode más al promedio del resto de los productos.
Otro artículo que tuvo una importante variación de precios es el aceite de girasol, que en su presentación de 1,5 litros registró un incremento del 45%. De esta manera, la cantidad de veces que se puede adquirir con un billete de $10.000 se redujo de 3,48 a 2,41.
Se destaca también la carne picada común. El kilo costaba $4.422,19 en mayo del año pasado y se vende a $6.215,53 en el presente. La diferencia (41%), llevó a que se redujera en 0,65 veces la cantidad de veces que se puede comprar con el billete de $10.000.