El salario mínimo cayó 32% real en la era Milei
La caída se inició con fuerza en diciembre de 2023 y, pese a algunas mejoras puntuales, la tendencia a la baja continuó. El salario real ya se encuentra por debajo del nivel de 2011
El poder adquisitivo del salario mínimo cayó un 32% entre noviembre de 2023 y abril de 2025, según un estudio difundido por la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Conicet.
El informe señala, además, que en abril se produjo un nuevo retroceso del 0,8%, inferior al de marzo (-2,1%), pero superior al de febrero (0,4%). Estas variaciones se dieron tras los aumentos consecutivos del 0,3% registrados en diciembre de 2024 y enero de 2025.
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“El extenso proceso de deterioro del valor real del salario comenzó en diciembre de 2023, con una contracción del 15% impulsada por la aceleración inflacionaria, seguida de una caída aún mayor, del 17%, en enero de 2024”, indica el informe coordinado por Roxana Maurizio y Luis Beccaria, elaborado por el Área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (EDIL) del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP).
Según el estudio, la tendencia regresiva del salario real se interrumpió momentáneamente en los meses posteriores, cuando el incremento nominal logró acompañar la inflación, evitando nuevas caídas. Sin embargo, en junio de 2024 se produjo una nueva retracción (-4,4%), seguida por una leve recuperación en julio (4,3%) y luego por descensos sucesivos entre agosto y noviembre.
Como resultado de estos movimientos, el salario mínimo real acumuló una pérdida del 32% entre noviembre de 2023 y abril de 2025. Esta contracción, sumada a la tendencia descendente de años anteriores, ubicó el salario mínimo real de marzo de 2025 por debajo del nivel registrado en 2001, antes del colapso de la convertibilidad. Además, implicó una erosión del 62% respecto del valor máximo alcanzado en septiembre de 2011.
Radiografía del empleo
En febrero de 2025 —último dato disponible— unas 10.119 personas se incorporaron como trabajadores asalariados registrados en la seguridad social, según datos desestacionalizados del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). Esto representó un leve aumento del 0,1% (5.400 empleos) distribuidos entre el sector privado, el sector público y el empleo en casas particulares.
Sin embargo, el empleo asalariado formal total en ese mes reflejó una pérdida de 84.000 puestos (-0,8%) en comparación con febrero de 2024, y una caída de 182.000 empleos (-1,8%) respecto de noviembre de 2023.
La evolución del empleo asalariado registrado mostró comportamientos dispares entre los distintos sectores. En el sector privado, por ejemplo, en febrero de 2025 se registraron 6,26 millones de trabajadores asalariados formales en empresas (sin incluir casas particulares), lo que implicó un aumento de casi 14.000 puestos (+0,22%), alcanzando niveles similares a los de abril de 2024. No obstante, la comparación con noviembre de 2023 arrojó una pérdida de aproximadamente 108.000 empleos (-2%) y, en términos interanuales, de 38.000 (-1%).
En ese mismo mes, el valor nominal de la remuneración promedio de los asalariados registrados del sector privado (sin estacionalidad) fue de $1.569.990, mientras que la mediana se ubicó en torno a los $1.229.900.
Por su parte, el sector público presentó una tendencia decreciente desde inicios de 2024. En febrero de 2025, el número de trabajadores asalariados fue de 3,4 millones, lo que representó una baja del 1,1% respecto de febrero de 2024 (-37.000 puestos) y del 1,7% en comparación con noviembre de 2023 (-59.000 empleos).