El presidente de Italia pidió que la flotilla con ayuda a Gaza no siga su viaje
Sergio Mattarella le ofreció que derive la ayuda a la Franja a través del Patriarcado de Jerusalén.
El presidente de Italia, Sergio Mattarella, hizo este viernes un llamado "con especial énfasis a la flotilla de 51 barcos que lleva ayuda a Gaza", para que acepte entregarla y no siga su viaje hacia el enclave palestino a afrontar a las fuerzas militares israelíes.
Se trata de una intervención muy poco frecuente del jefe del Estado italiano para evitar "el riesgo de afectar la seguridad de las personas" y es un "llamamiento para las mujeres y los hombres de la Flotilla".
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"El valor de la vida humana, que parece haber perdido todo significado en Gaza, donde se pisotea gravemente con sufrimientos inhumanos para la población, exige evitar poner en riesgo la seguridad de cualquier persona", señala el presidente italiano.
Mattarella considera que "para salvaguardar el valor de la iniciativa, es necesario preservar el objetivo de hacer llegar la ayuda recabada a la población que sufre".
"Me permito dirigir un llamado a las mujeres y los hombres de la flotilla para que acepten la disponibilidad del Patriarcado de Jerusalén, también comprometido con firmeza y valentía en su cercanía con la población de Gaza, para llevar a cabo la tarea de entregar de forma segura lo que la solidaridad ha destinado a los niños, mujeres y hombres de Gaza".
La Flotilla, que partió desde las costas de España, Túnez, Italia y Grecia, navega cerca de Creta para proseguir hacia la Franja de Gaza, romper el bloqueo israelí y entregar la ayuda. Israel respondió que en ese caso responderá con la fuerza militar.
El gobierno italiano ha mediado para ofrecer la posibilidad de entregar el cargamento de ayuda en Chipre a personal del Patriarcado de Jerusalén, sobre todo para evitar el riesgo de penetrar en las aguas internas de Gaza. La Flotilla ya sufrió hace tres noches un ataque con drones y otras armas. Once naves fueron dañadas.
En la Flotilla viajan 58 italianos y cuatro parlamentarios de esa nacionalidad.
El gobierno italiano envió dos naves de guerra para asistir a los barcos de la flotilla. España envió una fragata.
La nave militar española "Furor" partió en la madrugada desde Cartagena para brindar protección a los 51 barcos que llevan toneladas de ayuda a Gaza, con centenares de voluntarios de 44 países.
La Flotilla está a unas 450 millas náuticas del llamado "punto de peligro", que son las aguas territoriales de Gaza, donde las fuerzas militares de Israel han anunciado que impedirán por la fuerza que las naves descarguen la ayuda.
En la noche del jueves, el Ministerio de Relaciones Exteriores italiano, en un mensaje dirigido a la flotilla italiana, desaconsejó continuar con la iniciativa. "Quien la emprenda asume todos los riesgos y es personalmente responsable", señaló el mensaje oficial del Gobierno de Italia.
La tensión sigue aumentando porque, a medida que la Flotilla se acerca, crecen las advertencias y los temores. Hay un precedente trágico que no da tranquilidad. El 31 de mayo de 2010, otra flotilla humanitaria (la Flotilla de la Libertad) intentó romper el bloqueo, lo que provocó la intervención de las Fuerzas de Defensa de Israel. Diez civiles murieron.
Los esfuerzos de mediación continuarán en las próximas horas. El ministro de Defensa italiano, Guido Crosetto, instó a las fuerzas políticas: "¿Era realmente necesario arriesgar la seguridad de los ciudadanos para llevar ayuda a Gaza?", dijo Crosetto, quien explicó que ha hablado con los parlamentarios. Dijo que "continuamos trabajando para que no ocurra ningún incidente y pido, con esto, la ayuda de todos".
La principal fuerza de la oposición, el partido Democrático, emitió una declaración en la que pide que "el canal de mediación permanezca abierto y prosiga con la debida discreción, frente a una situación que, de hora en hora, es siempre más preocupante".
La propuesta de llevar la ayuda a Chipre, de la que se haría cargo el gobierno italiano para consignarla en Gaza, se hundió el jueves. Los responsables de la Flotilla emitieron una declaración que afirma: "No dejaremos ayuda en Chipre porque eso violaría el objetivo de nuestra misión que es romper el asedio a la Franja. Nuestros 50 barcos continuarán directamente hacia Gaza".
Es poco probable que lleguen porque Israel declaró que "no permitirá que las naves entren en una zona de combate activo (las aguas territoriales de Gaza) ni admitirá la violación de un bloqueo naval legítimo", señaló el ministro de Asuntos Exteriores Gideon Sa’ar.
El ministro de Defensa Guido Crosetto dijo en la Cámara de Diputados y también en el Senado que "la Flotilla se encuentra a 450 millas del punto de peligro, que es la salida de las aguas internacionales. En ese punto, nadie podría garantizar la seguridad ni la asistencia en caso de que ocurra algo grave".
El rumbo de colisión parece inevitable. El canciller israelí Sa’ar dijo que su país "sigue dispuesto a participar en cualquier acuerdo constructivo para transferir la ayuda de forma legal y pacífica".
Los responsables de la Flotilla anunciaron que no cambian el rumbo: "Israel no nos intimida y no tiene autoridad legal sobre las aguas de Gaza, que pertenecen a Palestina".
"Nos dijeron que retrocediéramos y no lo haremos. Mientras los gobiernos guarden silencio, nosotros actuamos. Esto no es solo una misión, es una postura contra el genocidio y a favor de la justicia".