El Eternauta sigue cautivando y cosecha elogios en el mundo
La serie de Brugo Stagnaro y protagonizada pro Ricardo Darín sigue rompiendo récords y consigue las mejoras reseñas en Europa y Estados Unidos.
El arrasador éxito de El Eternauta no es una novedad y rápidamente cruzó las fronteras latinoamericanas consiguiendo grandes elogios de los principales portales anglosajones.
Al ya conocido espaldarazo en el influyente sitio Rotten Tomatoes, donde lleva acumulado el 96 por ciento de aceptación entre los usuarios y 89 por ciento a nivel de la crítica y en IMDb (Internet Movie Data Base) llegó a 7.2 sobre 10. La adaptación del cómic de Oesterheld y Francisco Solano López llegó al primer lugar en Alemania, Eslovaquia, España, Hungría, Italia y Turquía.
Además de ubicarse primera en audiencia en Netflix de la Argentina, El Eternauta también lidera en Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, República Dominicana, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, El Salvador, Uruguay y Venezuela.
Los subtituladores de las traducciones a idiomas donde se difundió la miniserie se las vieron en figurillas para reflejar el léxico argentino actual (no el de los ´60 ni el de los ´80) en los diálogos, los modismos, el trato de "vos" en lugar del tú del español iberoamericano.
Pero el aggiornamiento de la historia a los tiempos modernos impactó favorablemente al público más exigente.
"A partir de el Eternauta va a ser posible hacer ciencia ficción de calidad en Argentina y en el mercado latino: es ambiciosa, generosa , adulta, soberbiamente escrita. La sensación que he tenido al verla es la misma que tuve cuando leí el cómic", destacó el director y productor de cine español, Álex de la Iglesia, en su cuenta de X.
The New York Times, si bien subraya que la serie “se adapta a los nuevos tiempos” y señala que “no está mal”, recomienda leer la novela gráfica primero. "Si puedes encontrar una copia, claro está", ironiza.
La crítica escrita por el periodista Mike Hale destaca: “El Eternauta se ha actualizado a la era de los teléfonos móviles, y se ha ampliado el núcleo de personajes, pero sigue a grandes rasgos la historia de Oesterheld".
Pone de relieve la caída de nieve tóxica, aunque ahora con el acompañamiento auditivo del viento constante, lo que califica como un tipo de fantasmagoría diferente al silencio de la lectura.
"Mantener cada centímetro del cuerpo cubierto, con abrigos o ponchos o sábanas de plástico, es crucial. Los cascarudos gigantes hacen acto de presencia”, resalta.
Revista Time también dedicó hace un detallado análisis de la serie en su web donde y aporta a los amantes cinematográficos fundamentos de por qué deberían verla.
Recuerda que "más que una historia de ciencia ficción sobre la supervivencia, El Eternauta se convirtió en un referente en la cultura latinoamericana, en parte por su trama y en parte por la historia de su creador".
La revista Rolling Stone rescató que el mayor mérito del director fuese que nunca se limitó a solo replicar escenas iconicas del comic, "sino entender el trasfondo emocional y sociopolítico de la obra".
Dijo: “La adaptación, entonces, no solo muestra nieve tóxica y extraterrestres: también refleja las cicatrices de un país que ha atravesado dictaduras, crisis económicas y desilusiones generacionales”.
De ahí que la invasión alienígena que el Juan Salvo de Darín descubriría, a través de ver cómo una parte de una sociedad es cooptada y pasa a servir al bando colonizador, una asociación con el proceso de transnacionalización desde mediados de los ´60 hasta que explotó en la guerra de Malvinas.
"Esta historia ya la viví", reconoce el personaje encarnado por un Eternauta más parecido al de los ´80 que al original inserto en las secuelas de la guerra fría en el mundo.
Hubo caracterizaciones políticas, como la de Shaurya Thapa, quien en el sitio Time Out definió a la obra de 1957 como "un clásico latinoamericano" y "una alegoría antifascista".
Puso de relieve que "si bien los temores de El Eternauta a un invierno nuclear y a enemigos desconocidos en el cielo pueden interpretarse como alusiones a la Guerra Fría, HGO era en gran medida apolítico en ese momento de su vida", sostiene Thapa sobre el autor del cómic.
Resalta que la militancia política fue posterior y tuvo un final terrible: "En un trágico giro de los acontecimientos, Oesterheld y sus hijas fueron secuestrados por la junta militar en 1977, y aún se desconoce el paradero de sus cuerpos".