El cardenal que dedicó su carrera a servir en Perú
Es el primer papa estadounidense en los 2000 años de historia de la Iglesia Católica.
León XIV es el primer Papa agustino en la historia de la Iglesia. Antes de convertirse en Obispo de Roma, el cardenal Robert Prevost dedicó gran parte de su carrera a servir en el Perú donde se nacionalizó. Al momento de haber sido elegido Papa presidía la poderosa oficina de obispos del Vaticano. Además de ser primer papa agustino es el primer papa estadounidense.
Pasó su infancia y adolescencia con su familia y estudió primero en el Seminario Menor de los Padres Agustinos y después en la Universidad de Villanova, Pennsylvania, donde se licenció en Matemáticas y estudia Filosofía en 1977.
En 1985 llegó a Perú y después de un año regresó a los Estados Unidos como director vocacional y de misiones para la provincia agustiniana de Chicago (entre 1987 y 1988), para retornar a sudamerica donde dirigió el seminario agustiniano en Trujillo y enseñó derecho canónico en el seminario diocesano, donde también fue prefecto de estudios.
En el espacio de once años desempeñó los cargos de prior de la comunidad (1988-1992), director de formación (1988-1998) y profesor de profesos (1992-1998) y, en la archidiócesis de Trujillo, de vicario judicial (1989-1998) y profesor de Derecho Canónico, Patrística y Moral en el Seminario Mayor «San Carlos y San Marcelo».
Paralelamente, se le confió la atención pastoral de Nuestra Señora Madre de la Iglesia, más tarde parroquia con el título de Santa Rita (1988-1999), en la periferia pobre de la ciudad, y fue administrador parroquial de Nuestra Señora de Monserrat de 1992 a 1999.
En 1999 es elegido Prior Provincial de la Provincia Agustiniana 'Madre del Buen Consejo' de Chicago, y dos años y medio después, en el Capítulo General Ordinario de la Orden de San Agustín, sus hermanos le eligieron Prior General, confirmándole en 2007 para un segundo mandato.
En octubre de 2013 regresó a su provincia agustiniana, en Chicago, y fue director de Formación del Convento de San Agustín, primer consejero y vicario provincial; cargos que desempeñó hasta que el Papa Francisco lo nombra, el 3 de noviembre de 2014, administrador apostólico de la diócesis peruana de Chiclayo, elevándolo a la dignidad episcopal como obispo titular de Sufar.
En algún momento quedó en el ojo del huracán por denuncias de presunto encubrimiento de sacerdotes acusados de abusos sexuales, pero también fue defendido por la diócesis de Chiclayo, que denunció una campaña de desprestigio.