Dispar recuperación económica: qué pasa en Cuyo
Si bien el Indec reportó un crecimiento en la actividad económica, hay una marcada desigualdad regional.
Si bien el INDEC reportó un crecimiento interanual del 5,8% en la actividad económica durante el primer trimestre del año, este dato esconde una marcada desigualdad regional. Incluso las provincias con mejor desempeño apenas lograron recuperar las caídas sufridas en el mismo período de 2024. A falta de datos oficiales para el segundo trimestre, diversos sectores de las economías regionales ya anticipan un estancamiento.
Según el Indicador Sintético de Actividad Económica Regional (ISAER) del Ministerio de Economía publicado en Ámbito, la Región Centro y Buenos Aires lideraron el crecimiento con un 6,7% interanual. Las demás regiones mostraron avances más moderados: el NEA creció un 2,9%, la Patagonia un 2,0%, el NOA un 1,7%, mientras que Cuyo experimentó una leve contracción del 0,2%. Solo la Región Centro logró compensar la caída del 5,8% registrada el primer trimestre de 2024.
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El panorama para el segundo trimestre es heterogéneo. En la Región Centro, la agroindustria es un motor clave, con exportaciones récord de soja impulsadas por la reducción temporal de retenciones y un crecimiento del 0,5% interanual en la faena bovina. Marcelo Federici, vicepresidente de Coninagro, destaca que el sector lácteo es uno de los pocos en recuperación, con buenos precios para el productor debido a un reacomodamiento en la producción y la valorización del ternero como subproducto. En la Patagonia, los hidrocarburos de Vaca Muerta son un factor determinante, con aumentos del 9,6% en la extracción de petróleo crudo y 2,6% en gas natural hasta mayo.
Sin embargo, la mayoría de las economías regionales están "bastante complicadas", según Federici, debido a la disminución del consumo interno y la afectación de precios. La vitivinicultura en Cuyo y la yerba mate en el NEA enfrentan precios estancados y altos costos de producción, llevando a situaciones críticas para los productores. La industria manufacturera, concentrada en la zona centro, también lucha por despegar, pese a mostrar algunas mejoras puntuales en sectores como el automotriz y la producción de acero, que aún no logran revertir las fuertes caídas del año pasado.
El algodón y el sector textil son los más golpeados. La producción de algodón, vital para el norte de Santa Fe, Chaco y Santiago del Estero, atraviesa un año "muy crítico". La crisis se atribuye a factores climáticos que retrasaron la cosecha y afectaron la calidad, la caída del precio internacional del algodón, y la compleja situación macroeconómica del país, que ha encarecido las exportaciones y la apertura de importaciones. La industria textil, que consume la otra mitad de la producción nacional de algodón, también sufre. Si bien la utilización de la capacidad instalada subió en abril de 2025 respecto al año anterior, sigue muy por debajo de los niveles de 2023. Además, las importaciones de ropa y textiles del hogar crecieron un récord histórico del 86% y 109% interanual en volumen, respectivamente, en el primer trimestre de 2025, lo que agrava la situación de la industria local.