Descubrimiento que revela el amor por las mascotas en la Antigüedad
Un hallazgo sin precedentes en la ciudad portuaria egipcia muestra que los lazos afectivos con los animales se remontan a más de 2.000 años, desafiando concepciones sobre su rol en la antigüedad.
La ciudad portuaria de Berenice, en la costa del Mar Rojo en Egipto, ha sido el escenario de un descubrimiento arqueológico que redefine nuestra comprensión de la relación entre humanos y animales en la antigüedad: el cementerio de mascotas más antiguo del mundo. Este hallazgo, revelado por un equipo de arqueólogos que excava en la zona, es extraordinario porque, a diferencia de los animales momificados con fines religiosos o rituales, estos fueron enterrados con evidentes signos de afecto y cuidado.
El sitio, que data de aproximadamente los siglos I y II d.C., contiene los restos de más de un centenar de animales, predominantemente gatos, pero también perros e incluso monos.
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Foto: Maria Osypinska
Lo que hace único a este cementerio es la manera en que fueron sepultados. Los animales no fueron sacrificados, sino que muchos mostraban signos de haber sido curados de lesiones graves y enfermedades crónicas, lo que sugiere que recibieron atención médica y vivieron vidas prolongadas junto a sus dueños. Algunos fueron hallados envueltos en mantas, con collares de hierro o conchas marinas, e incluso en vasijas de cerámica, indicando un ritual de entierro cargado de significado emocional.
Este descubrimiento es crucial para la arqueología porque ofrece una perspectiva rara y conmovedora sobre el vínculo afectivo entre las personas y sus compañeros animales en el Egipto Antiguo. Hasta ahora, la mayoría de los hallazgos de animales en tumbas egipcias estaban asociados a prácticas religiosas o provisiones para el más allá.
Sin embargo, el cementerio de Berenice evidencia una conexión que trasciende lo utilitario o espiritual, mostrando a animales que eran verdaderamente mascotas y miembros de la familia, amados y cuidados hasta el final de sus días. Este hallazgo nos obliga a reconsiderar la complejidad de las emociones y el respeto hacia los animales en culturas milenarias.