Cuatro escapes famosos (y no tanto) del Zoológico de Mendoza
A lo largo de sus 75 años el imponente zoo provincial acumuló un sinnúmero de historias y recuerdos que quedaron en la memoria de los mendocinos. Los escapes de animales, fueron algunos de los más polémicos.
El antiguo Jardín Zoológico de Mendoza, inaugurado en 1941 y cerrado en 2016, fue escenario de una serie de insólitas fugas que aterrorizaron y, en ocasiones, divirtieron a los mendocinos. A lo largo de su extensa historia, el personal y la Policía debieron desplegar operativos de película para recapturar a los "fugitivos" más inesperados.
El escape de Rider, el oso hormiguero formoseño
El historial de escapes comienza en 1967 con la fuga más inesperada. Un Oso Hormiguero bautizado como Rider, recién llegado de Formosa, logró evadirse de su recinto. El animal fue finalmente hallado en un lugar tan improbable como el Autódromo de Mendoza, lo que requirió un aviso urgente a las autoridades para su regreso. El pobre Rider, que había perdido a su madre y hermano poco antes, regresó a su jaula, donde dormía sobre la piel de su difunta madre.
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El famoso escape Tamy, el elefante
En 1984, el pánico se desató con la huida de un mamífero de proporciones épicas. El elefante Tamy, donado por un circo, aprovechó un momento de descuido para abandonar su encierro. La búsqueda concluyó cuando Tamy fue localizado en el Dique Papagayos, desde donde fue devuelto al zoológico tras un complejo operativo de traslado. Tamy falleció este invierno en un santuario de elefantes de Brasil.
La Leona en el Pedemonte
La fuga más peligrosa ocurrió en 2007. Una leona en tratamiento veterinario se evadió de su celda individual, desatando la alarma general. El personal del zoológico avisó a la Policía, que montó un operativo masivo en el pedemonte. Los vecinos de la zona fueron obligados a confinarse en sus casas hasta que el felino fue ubicado. El peligro terminó cuando la leona fue alcanzada por un dardo tranquilizante y devuelta a su jaula.
La aventura de la mona “astuta”
Uno de los últimos y más llamativos escapes se registró en 2014 con una mona babuina. La primate, calificada por las autoridades como "astuta", burló la seguridad del zoológico y se instaló en el Parque San Martín, justo frente a la antigua Casa Cuna. La mona se mantuvo en una palmera y evadió la captura por cuatro largos días, hasta que finalmente fue inmovilizada y atendida por veterinarios, poniendo fin a su inesperada aventura urbana.
Ecoparque
El 21 de mayo del 2016 se cerró oficialmente el Zoológico de Mendoza, luego del anuncio de una serie de reformas en el predio y una seguidilla de muertes de animales.
Con el correr de los años, decenas de animales fueron trasladados a reservas ecológicas para darles una mejor vida. Otros, por su edad o por cuestiones de logística, permanecieron en el predio hasta el día de su muerte.
A diez años de su cierre, la transformación del Zoológico a un ecoparque con formato de reserva sigue dilatándose. En octubre de este año, el bloque del Partido Justicialista en la Cámara de Diputados presentó un proyecto de ley para crear una comisión investigadora que estudie la situación del ex Zoo.